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2020, el Annus Horribilis del empleo de la personas con discapacidad

Por primera vez en 8 años, la contratación de personas con discapacidad desciende un 26% en 2020. El 70% de las personas con discapacidad cree que la COVID-19 estancará su inclusión laboral en esta década.

Acaba de finalizar el año más difícil de nuestra historia reciente, que será recordado como el de la pandemia mundial, esa que nos hizo sentir más vulnerables y sacudió – tal vez para siempre- nuestra escala de valores. Una emergencia sanitaria sin precedentes que ha tenido efectos devastadores en la economía, poniendo además en jaque retos sociales en curso, como el de la plena inclusión de las personas con discapacidad.

Un año para olvidar para la inclusión sociolaboral. Por primera vez en 8 años, la contratación de personas con discapacidad ha descendido un 26% en 2020. Unos datos que se reflejan en que el 70% de las personas con discapacidad cree que la COVID-19 estancará su inclusión laboral en esta década.

En este contexto, la Fundación Adecco, con la colaboración de CHM Obras e Infraestructuras, ha presentado el informe “Discapacidad y expectativas para la nueva década”, que basa sus conclusiones en una encuesta a 600 personas con discapacidad entre 18 y 60 años.

A tenor de este trabajo, las personas con discapacidad opinan que estamos ante una “década perdida” en la que no habrá progreso, ya que el distanciamiento social y la crisis económica no ayudarán a normalizar la presencia de las personas con discapacidad en la sociedad y en el mercado laboral.

Al ser preguntados por sus “3 grandes deseos” para la próxima década, un rotundo 92% menciona el “empleo estable” como principal aspiración. El empleo se convierte en todo  un anhelo, en la medida en que un 64% declara haber sentido discriminación laboral en algún momento de su vida y un 76% sostiene que la discapacidad sigue siendo un hándicap para encontrar trabajo. En segundo lugar, un 75% reivindica la normalización de la discapacidad en la sociedad y un 64% reclama más empatía como pilar de igualdad.

Fuera de las respuestas dominantes, destacan otras como la de la joven con discapacidad física que asegura que “las personas con discapacidad no somos comodines y a esta década le pido dejar de serlo” o el hombre con discapacidad intelectual que se conforma con “poder abrazar a la gente”.

Además, el 86% de las personas con discapacidad cree que en la presente década se consolidará el teletrabajo; sin embargo, un 44% opina que este fenómeno puede frenar su inclusión laboral, debido a la falta de contacto presencial que dificulta el intercambio de valores, la empatía y la normalización.

“Escuchar sus demandas”

Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco,  “detrás de toda crisis hay una llamada a la responsabilidad colectiva e individual. Hemos de aprender del pasado y no permitir que las personas con discapacidad se queden atrás en la era COVID-19 siendo, como siempre, los últimos en reponerse del impacto económico.  Escuchar sus demandas y reivindicaciones constituye el primer paso para que todos los agentes sociales nos coordinemos para darles respuesta, permitiendo así que formen parte de una recuperación económica inclusiva en la que el empleo va a ser el motor para salir adelante”.

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