Según una encuesta sobre el «Papel de la Farmacia en la crisis del COVID-19», 2,2 millones de los españoles han recibido atención telefónica por parte de su farmacéutico. Más del 90% de la población reconoce el servicio público prestado por las farmacias.
El Consejo General de Colegios Farmacéuticos y la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar) han presentado los resultados de la encuesta, realizada por GAD3, sobre el «Papel de la Farmacia en la crisis del COVID-19».
Desde el inicio de la crisis sanitaria, la encuesta «muestra que las farmacias han sido el principal centro sanitario de información para los ciudadanos sobre la posible incidencia del coronavirus en su estado de salud. La confianza de la sociedad española hacia los farmacéuticos es prácticamente unánime (98%), junto con la veracidad de la información facilitada y la calidad en la atención recibida (94%)».
En el primer mes de confinamiento, más de 30 millones de personas han acudido a las farmacias, casi dos terceras partes de la población. Tres de cada cuatro españoles de entre 45 y 64 años han acudido a su farmacia. Además, 2,2 millones de ciudadanos han recibido atención telefónica por parte de su farmacéutico, y otros 850.000 han recibido atención farmacéutica en su domicilio, especialmente los mayores de 65 años.
Satisfacción y sin desebastecimiento
Asimismo, la población ha manifestado en esta encuesta su apoyo prácticamente unánime – 96,2% y 90,7% – a la atención domiciliaria prestada por los farmacéuticos durante el Estado de Alarma para garantizar el acceso a los medicamentos y a poder acceder a medicamentos de diagnóstico hospitalario en las farmacias. Cabe destacar también de los resultados de la encuesta que el 94% de los españoles afirma no haber tenido ningún problema de desabastecimiento en sus farmacias.
«Pilar básico»
«Equidad, calidad y seguridad»
«Valor sanitario»
Por último, el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Jesús Aguilar, ha manifestado «el enorme valor sanitario demostrado por los farmacéuticos durante la emergencia sanitaria, que han sido un ejemplo de solidaridad con la población, actuando con la máxima responsabilidad pese a las dificultades, en la primera línea de atención sanitaria. Nuestra máxima obsesión ha sido que ningún ciudadano se quedase sin su medicamento, en especial los más vulnerables, conscientes de que una situación excepcional requería medidas excepcionales para frenar el impacto social y sanitario».
«La fortaleza social de la Farmacia española, única en el mundo por su capilaridad y nivel de cobertura territorial se ha mostrado más que nunca en esta crisis y así lo han percibido los ciudadanos que han calificado con un 8,3 la atención recibida por las farmacias, frente a un 6,6 de calificación del Sistema Nacional de Salud según el último Barómetro Sanitario del Ministerio de Sanidad. Además, la confianza de la sociedad española hacia los farmacéuticos es unánime», ha añadido.