El dúo formado por Dionisio Martín y María Ángeles Dueñas, la cara del Mercadillo solidario que organiza la Fundación Blas Méndez Ponce en Madrid, a beneficio de niños con cáncer.
Dionisio Martín y María Ángeles Dueñas crearon un fenómeno musical en los años 90, la tecno-rumba, que aún perdura con miles de seguidores. Ellos crearon Camela, uno de los grupos que más discos ha vendido en las últimas décadas, y que también pone su música a beneficio de causas solidarias.
En esta ocasión, el dúo que forma Camela estará presente el lunes 4 de diciembre, a las 18.30 horas, en el acto de inauguración del Mercadillo solidario que organiza la Fundación Blas Méndez Ponce a beneficio de niños con cáncer, del que son los padrinos de esta edición.
Con el lema “Llena tu cesta de sonrisas”, esta iniciativa benéfica tiene como objetivo ayudar a los pequeños que están en tratamiento oncológico en los hospitales de La Paz, Gregorio Marañón, Niño Jesús y Doce de Octubre del Servicio Madrileño de Salud.
Del 4 al 17 de diciembre, el mercadillo recaudará fondos para realizar actividades, tanto dentro como fuera de los centros hospitalarios, con niños, adolescentes y su familia.
En el mercadillo solidario, ubicado en la Casa de Cantabria, en Madrid, ubicada en la calle Pio Baroja, 10 (junto al Hospital Infantil Niño Jesús), se podrán encontrar los productos y regalos perfectos para esta Navidad o para el uso diario, ya que hay juguetes, ropa, cosméticos, complementos, alimentación o vinos, entre otros productos.
El horario en días laborables es de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas, mientras que los sábados, domingos y festivos será de 12 a 20 horas.
La recaudación del mercadillo solidario, permitirá organizar viajes a parques temáticos, visitas culturales y otras actividades en entornos naturales, donde los niños y adolescentes con cáncer puedan vivir emociones y divertirse fuera de los hospitales.
“Se trata, en definitiva, de ofrecerles espacios donde se sigan sintiendo niños a pesar de la enfermedad, así como dar respiro a los padres, madres y/o cuidadores. Así mismo los beneficios también irán destinados a realizar actividades de ocio con todo el núcleo familiar”, han explicado desde la Fundación.
En la Fundación Blas Méndez Ponce colaboran médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, auxiliares de enfermería, monitores de ocio y tiempo libre, educadores, padres y madres, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de niños y adolescentes con cáncer durante su tratamiento oncológico, ayudándoles a normalizar lo máximo posible sus vidas.
Según los profesionales y voluntarios que componen la Fundación Blas Méndez Ponce, fundada en 1997, cuando un niño o adolescentes es diagnosticado de cáncer, las actividades extrahospitalarias ayudan a desarrollar el aparato motor dado que pasan largas temporadas hospitalizados.
También contribuyen al desarrollo psicológico y favorece la convivencia, la participación y la integración social. Todo ello conlleva que los pacientes sean mucho más activos y sociables, y a la vez, menos dependientes de sus padres, madres y/o cuidadores.
En este sentido, la experiencia y los resultados aseguran que, las vivencias, una sana distracción, la estimulación y la diversión, tienen un importante efecto terapéutico, mejoras físicas y permiten afrontar los miedos y las expectativas que conllevan padecer una enfermedad grave como el cáncer.