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Cáncer de próstata: un diagnóstico temprano, cuestión de salud pública

Una prueba PSA, primer paso para enfrentarse con éxito a esta enfermedad. El análisis del PSA, mediante una muestra de sangre, está considerada como una  prueba diagnóstica objetiva de gran ayuda, para el diagnóstico precoz de esta enfermedad.

En la actualidad no conocemos la causa exacta del cáncer de próstata, pero sí que representa el 21% de los cánceres masculinos. Por tanto, estamos ante una enfermedad con una alta incidencia entre la población y, en consecuencia, con un alto impacto en el Sistema Nacional de Salud.

Su detección temprana siempre será la forma más eficaz de afrontar esta enfermedad. Esa es la razón por la que el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, a través de su Vocalía Nacional de Analistas Clínicos, ha elaborado el estudio  Diagnóstico precoz de la patología prostática” con el objetivo de avanzar en esa dirección.

El cáncer de próstata, como una gran parte de los tumores malignos, no causa ninguna alteración perceptible por el paciente en las fases iniciales de la enfermedad. Precisamente, porque muchos hombres con cáncer de próstata se encuentran asintomáticos, el primer signo de la enfermedad será un hallazgo casual en una analítica rutinaria de un PSA (Antígeno prostático específico) elevado. El PSA es una proteína producida, casi exclusivamente en la próstata, que se segrega junto con el semen, de la que una pequeña cantidad pasa a la sangre. En consecuencia, con una pequeña muestra de sangre el farmacéutico analista va a poder determinar los niveles de PSA.

En estos momentos, el análisis del PSA está considerada como una prueba diagnóstica objetiva de gran ayuda para establecer la sospecha de que exista la posibilidad de tener  un  cáncer de próstata. Y es que estamos ante tumores que evolucionan lentamente y normalmente la sintomatología va a presentarse en etapas más avanzadas del proceso.

Sintomatología

Entre esos síntomas locales, pueden encontrarse urgencia de orinar frecuentemente, pérdida involuntaria de la orina, aumento de la frecuencia de orinar; flujo miccional débil o interrumpido, necesidad de hacer fuerza para vaciar la vejiga, dolor y escozor durante la micción, sangre en la orina, o disfunción eréctil. Existen algunos síntomas generales que suelen aparecer en las fases más avanzadas de la enfermedad, como son la pérdida de peso o apetito, dolor óseo localizado, e incluso insuficiencia renal. Si se aprecia cualquiera de los síntomas mencionados, se debe acudir al médico para que solicite realizar  las pruebas necesarias, entre las que se incluirá un análisis del PSA, y pueda hacer un diagnóstico cuanto antes.

En todo caso, habrá que tener en cuenta que los valores normales del PSA pueden variar, simplemente, por razones de edad y volumen prostático. A más edad y mayor volumen prostático pueden aparecer niveles de PSA elevados sin que haya presencia de un cáncer de próstata.

La incidencia

Según datos recientes de la Asociación Española Contra el Cáncer, el de próstata es el segundo cáncer más frecuente entre los hombres, con cerca de 1,3 millones de casos anuales en todo el mundo, representando el 13,5 % de todos los tumores masculinos. En España se estima que el número de fallecidos a causa de este tumor no alcanza los 6.000, y que se producen en torno a 33.000 nuevos diagnósticos cada año -57 nuevos casos cada año por cada 100.000 habitantes, una incidencia similar al resto de países desarrollados. También hay que señalar que es una enfermedad que rara vez ocurre antes de los 40 años, y que aproximadamente el 60 % de los casos se diagnostican en hombres de más de 65 años, situándose la edad media en 69 años.

Hasta 9 de cada 10 cánceres se detectan cuando la enfermedad se encuentra únicamente en la próstata, esto se conoce como estadio local o regional. En estos casos, la tasa de supervivencia a 5 años para la mayoría de las personas con cáncer de próstata local o regional es casi del 100 %. Mientras que las personas diagnosticadas con cáncer de próstata que se ha diseminado a otras partes del cuerpo, la tasa de supervivencia a 5 años baja considerablemente. Datos que confirman que realizar una prueba PSA, como parte de un diagnóstico precoz del cáncer de próstata, facilita enfrentarse con éxito a esta enfermedad.

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