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Cuatro de cada cinco personas con demencia que viven en residencias ingresan tras ocho años de evolución de la enfermedad

Fuente: Párkinson Granada.

Según los expertos, las personas con demencia deben participar en la toma de decisiones sobre su institucionalización, siempre que sea posible.

Las personas con demencia deben participar en la toma de decisiones sobre su institucionalización, siempre que sea posible. Esta es una de las principales conclusiones de la iniciativa ‘Aspectos básicos a tener en cuenta previos a la institucionalización de una persona con demencia’, organizado por la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) y que ha contado con la trabajadora social en el Centro de Referencia Estatal de atención a personas con enfermedad de Alzheimer (CREA) y otras demencias del Imserso, Elena Ramos Nieto.

La demencia es la principal causa de entrada en un centro residencial entre la población mayor. Para la experta, “la pérdida de la funcionalidad, unida al deterioro cognitivo, aumenta el riesgo exponencial de ingreso en un centro residencial. Destaca un dato: en España, la prevalencia de demencia en personas mayores institucionalizadas supera el 60%”.

Además, cabe destacar, que el 80% de personas con demencia que viven en residencias ingresan tras ocho años de evolución de la enfermedad. En este sentido, Ramos subrayó que “siempre que el grado de afectación no limite la capacidad de autodeterminación, la persona con demencia debe ser partícipe de la toma de decisión, así como de la elección del centro”.

Los familiares también se ven afectados a la hora de plantear la institucionalización de la persona con demencia. Es habitual que pasen por diferentes sentimientos como la “impotencia, indecisión, estrés y preocupación por el bienestar de la persona, principalmente”, señaló la ponente.

Centros especializados escasos

Respecto a la oferta existente de plazas en residenciales, esta experta expuso las diferencias sobre plazas públicas, privadas y concertadas y los tipos de estancias: permanentes y estancias temporales y la forma de solicitarlas.

En este punto, Ramos indicó que la existencia de centros especializados destinados exclusivamente a la atención de personas con demencia es escasa. “En la mayoría de las ocasiones, son atendidas en centros públicos o privados que atienden a personas dependientes”, comentó la experta. En un punto intermedio entre la oferta pública y privada, se sitúan las asociaciones de familiares de enfermos de Alzheimer (AFAs).

No precipitarse

A la hora de elegir una residencia “no debe hacerse de forma precipitada”, apuntó Ramos. Y añadió que se debe “planificar con tiempo y reunir toda la información necesaria para obtener un buen conocimiento del centro”. Algunos de los pasos a seguir son: identificar diferentes centros, es decir, hacer una lista de varios centros, para contactar; tener en cuenta la localización; elaborar lista de prioridades; llamar por teléfono y establecer una cita y visitar el centro en persona. También se debe tener en cuenta las instalaciones, el personal y el aspecto de los usuarios antes de decantarse por un centro en concreto.

Por último, Elena Ramos manifestó que “es fundamental hablar claro a los profesionales sobre las dificultades con las que puede contar la persona con demencia, así como ayudar a buscar estrategias para ofrecer la mejor atención al residente una vez ingresado”.

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