Según CERMI, las consecuencias se agravan para las personas con discapacidad, “dado que comúnmente están excluidas de la planificación social y la toma de decisiones”.
Como les contamos en Vidas Insuperables, CERMI ha llevado la discapacidad y la España Vaciada a la Cumbre del Clima, que ha comenzado hoy en Madrid.
No obstante, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad también ha trasladado a Naciones Unidas que las consecuencias adversas del cambio climático son y serán “aún más devastadoras” para las personas con discapacidad, “dado que comúnmente están excluidas de la planificación social y la toma de decisiones”.
“En tanto sus necesidades no sean tenidas en cuenta a la hora de anticipar sucesos, brindar alertas y tomar decisiones, cualquier evento de cambio climático (desde una ola de calor, lluvias intensas, hasta una catástrofe que implique evacuación) afectará a su salud y resguardo físico y mental incluso en mayor medida que el de las personas sin discapacidad”, alerta el CERMI.
En este sentido, la entidad advierte del mayor riesgo de sufrir daños físicos y psicológicos por parte de las personas con discapacidad en situaciones de rescate; de las mayores dificultades para comunicar sus necesidades o pedir auxilio; de la falta de accesibilidad en las informaciones de alerta que se difunden a la población, y del incremento de barreras arquitectónicas en caso de derrumbes, daños en edificios o la interrupción del servicio de ascensores, entre otros.
Por ello, el CERMI solicita que las personas con discapacidad “necesitan saber qué resguardos tomar frente a estos cambios según su situación singular; recibir instrucciones de emergencia claras y accesibles, adecuadas a su necesidad y disponer de los medios necesarios para movilizarse y comunicarse en el caso de evacuación”.
Especiales dificultades
“Más allá de las situaciones de rescate, el CERMI resalta las especiales dificultades de las personas con discapacidad que no tienen acceso a agua potable; la influencia del menor nivel de renta, lo que merma las posibilidades de transitar hacia el uso de energías renovables en sus hogares, así como de las mayores dificultades para migrar en caso de escasez de recursos”, añade esta entidad.
Asimismo, destaca “la merma de la calidad y esperanza de vida por la contaminación del aire o las olas de calor, debido a una mayor vulnerabilidad de la salud de algunas personas con discapacidad; el aumento de la inseguridad ciudadana en casos de desastres, que amenaza sobre todo a las mujeres y niñas con discapacidad, y la falta de accesibilidad del teléfono de emergencia 112 para las personas sordas”.
Además, CERMI, que en 2018 desplegó un plan para reducir la huella de carbono y el uso de plásticos en su actividad diaria, alerta de que la mayor vulnerabilidad de las personas con discapacidad se ve acrecentada cuando confluyen otros factores de discriminación como el género, la residencia en entornos rurales, la etnia, el lugar de procedencia, etc.
Por otra parte, señala que “esto no es solo una cuestión del futuro, sino que existen casos recientes como las fuertes lluvias en el este de España este verano, un fenómeno extremo que puso de relieve la dificultad para satisfacer la demanda de transporte de las personas que usaban sillas de ruedas. También mostró las dificultades para mantener el suministro adecuado de medicamentos con receta o el acceso a ciertos equipos médicos necesarios, como el oxígeno, así como la falta de refugios con instalaciones, equipo y personal capacitado para satisfacer las diversas necesidades de las personas con discapacidad”.
Para esta plataforma de la discapacidad en España “es fundamental implantar medidas cuyo impacto, además, sea medible a través de herramientas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o la Convención Internacional de la Discapacidad.”