La Fundación CERMI Mujeres exige en un manifiesto acabar con estos obstáculos, “creados por el patriarcado y el capacitismo”.
La Fundación CERMI Mujeres (FCM) exige “acabar con las barreras de acceso a los servicios sanitarios que siguen sufriendo las mujeres y niñas con discapacidad, incluida la atención sexual y reproductiva, que han sido construidas desde el capacitismo y el patriarcado”. Esta es la principal reivindicación de esta entidad en su manifiesto elaborado para este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
La FCM reclama al Sistema Nacional de Salud (SNS) la puesta en marcha de una estrategia de salud y género que recoja las especificidades de las mujeres con discapacidad y que también tome en cuenta las situaciones de las mujeres con fibromialgia, fatiga crónica, lupus, endometriosis y todas aquellas enfermedades orgánicas no reconocidas.
En este sentido, la entidad plantea la “necesidad de brindar una formación adecuada a todo el personal sanitario para atender las necesidades específicas de las pacientes con discapacidad, sin olvidarse de las supervivientes de violencia, así como de garantizar la accesibilidad de todos los servicios sanitarios y de la información que se proporciona”.
La FCM expresa también “su especial preocupación por las barreras que encuentran específicamente las mujeres y niñas con discapacidad psicosocial”, por lo que urge a “adoptar las medidas apropiadas para asegurar que los servicios de salud mental incorporen un adecuado enfoque de género, garantizando que las necesidades específicas de las mujeres y niñas con discapacidad psicosocial sean atendidas adecuadamente lo más cerca posible de sus comunidades, incluso en zonas rurales, respetando plenamente su dignidad y sus derechos humanos”.
Iniciativas jurídico-políticas
Por otra parte, la FCM exige también la erradicación en el ordenamiento jurídico de las esterilizaciones de mujeres y niñas con discapacidad sin su consentimiento. Por ello, insta a que el apoyo casi unánime que se dio en el Senado para la toma en consideración de una proposición de ley para modificar el artículo 156 del Código Penal se siga manteniendo en el resto del trámite parlamentario.
Igualmente, reivindica “la efectiva reactivación y desarrollo de la Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva con inclusión de la atención a las mujeres y niñas con discapacidad de forma transversal y la actualización de la Encuesta de Salud Sexual, recabando y publicando los datos desagregados por presencia o no de discapacidad”.
Intervención en el embarazo
Asimismo, CERMI Mujeres pide que “se ponga fin al modelo de atención perinatal intervencionista que asume el proceso del embarazo y parto como enfermedad e ignora el puerperio como proceso natural de las mujeres que han parido”.
“A las mujeres con discapacidad, este modelo les impone mayoritariamente procedimientos de atención al embarazo y al parto medicalizados, instrumentalizados y, en muchas ocasiones, finalizados mediante cesáreas impuestas”, señala la FCM.
“La realidad nos muestra que en todo el mundo las mujeres y niñas con discapacidad seguimos teniendo un acceso muy restringido a la atención sanitaria, y muchas veces somos directamente descartadas de los protocolos de salud establecidos, o sometidas a tratamientos farmacológicos, como la contención química y la sobremedicación, e intervenciones quirúrgicas sin que exista indicación médica para ello, y además sin ser informadas y sin mediar nuestro consentimiento”, denuncia la FCM.