Con motivo del Día Mundial del Ictus, la Sociedad Española de Neurología ha puesto el acento en esta patología, que afecta cada año a unas 120.000 personas en España. Cada año fallecen en España más de 27.000 personas por enfermedades cerebrovasculares y una de cada seis ciudadanos sufrirá un ictus a lo largo de su vida.
La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha puesto de manifiesto, con motivo Día Mundial del Ictus, el impacto social que está teniendo esta enfermedad neurológica, que afecta cada año a unas 120.000 personas en España y que supone la segunda causa de muerte (la primera en mujeres), así como la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda causa de demencia en nuestro país.
Aunque el ictus puede ocurrir en todas las edades, las posibilidades aumentan considerablemente a partir de los 60-65 años porque, con el envejecimiento, va incrementándose de forma progresiva la posibilidad de padecerlo.
“Debido a que la esperanza de vida de las mujeres es superior a la de los hombres, el ictus ya es la primera causa de muerte en mujeres en España. Y debido al progresivo envejecimiento de la población, en los próximos años, crecerá el número de casos de ictus que se producen cada año”, explica la doctora María Alonso de Leciñana, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología.
Tal es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el número de casos anuales de ictus se incrementará un 27% en los próximos 25 años. “En todo caso, el ictus no es una enfermedad que afecte solo a las personas mayores. Un 0,5% de los casos se dan en personas menores de 20 años y, además, en los últimos 20 años han aumentado un 25% el número de casos que se dan entre personas en edades comprendidas entre los 20 y 64 años”, destaca esta especialista.
Prevención y detección precoz
Aunque en los últimos años se está registrando una tendencia a la baja en la mortalidad gracias a los trabajos de prevención, detección precoz y mejora de la atención neurológica especializada hospitalaria, las enfermedades cerebrovasculares son las causantes del 8% del total de defunciones en hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS) y, además el ictus, es responsable del 3- 6% del gasto total sanitario.
“Es evidente, si analizamos las cifras, el beneficio que ha supuesto la implantación del Código Ictus en las distintas Comunidades Autónomas, así como el desarrollo de las Unidades de Ictus, cada vez más presentes en los hospitales españoles. Gracias a estas medidas, ha aumentado considerablemente el número de personas que, tras haber sufrido un ictus, pueden recibir una atención neurológica precoz y especializada”, señala la doctora Alonso de Leciñana.
Y es que, si un paciente que ha sufrido un ictus es atendido por un neurólogo en las primeras horas, la probabilidad de fallecer o quedar con una discapacidad grave puede reducirse a la mitad. Además, en los últimos años se han introducido nuevas medidas terapéuticas, como la trombólisis o la trombectomía mecánica que, administradas en las primeras horas, aumentan considerablemente la probabilidad de recuperación neurológica.
Urgencia médica
“Es importante recalcar que el ictus es una urgencia médica. Sin embargo, el retraso en la llegada al hospital es, sin duda, en la mayoría de los casos, el factor limitante. Y aunque en los últimos años ha disminuido mucho esta demora, puede reducirse aún más. Para ello, deben existir planes regionales que permitan la organización de todos los eslabones de la cadena asistencial y, por otra parte, los pacientes tienen que ser capaces de reconocer los síntomas de un ictus, que aún son ignorados por muchos”, comenta María Alonso de Leciñana.
Los síntomas
Y aunque la gran mayoría de los pacientes que sufren un ictus suelen presentar una combinación de varios de estos síntomas, con solo experimentar uno de ellos, ya es motivo de urgencia. Ante los primeros síntomas de ictus debe llamarse inmediatamente al 112 y no trasladar al paciente por medios propios al hospital o al centro de salud.
La situación actual
En ese contexto, el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la Sociedad Española de Neurología y la Asociación Freno al ICTUS han organizado la Jornada “Situación actual de la atención al ictus en España: de la Estrategia Nacional a los Planes Regionales”, con el objetivo de analizar cómo se han implantado los distintos Planes de Atención del Ictus en las Comunidades Autónomas para identificar fortalezas o determinar si siguen existiendo desigualdades en la atención de esta enfermedad entre la población española dependiendo de la región en la que habiten.
Entre las principales conclusiones está que las Unidades de Ictus consiguen reducir la mortalidad, la dependencia y la necesidad de cuidados institucionales en los pacientes con ictus. Actualmente, en España están operativas 75 Unidades de Ictus y existen 41 centros que pueden realizar trombectomía.
Disminuir el retraso en la llegada al hospital del paciente es el principal aspecto de mejora en la asistencia del ictus. El objetivo es aplicar los tratamientos dentro de los primeros 60 minutos tras la llegada del paciente al servicio de urgencias, para aumentar la probabilidad de recuperación neurológica.
La Jornada ha sido inaugurada por Pilar Aparicio, Directora General de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, clausurada por Enrique Ruiz Escudero, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, y ha contado con la participación del profesor Exuperio Díez Tejedor, Presidente de la SEN; la doctora María Alonso de Leciñana; Julio Agredano, Presidente de Freno al ICTUS; así como de diversos representantes de los Planes Autonómicos de ictus y de las asociaciones de pacientes.