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El otro alto coste de la factura de la luz

La Plataforma de Organizaciones de Pacientes alerta de que la subida de la factura de la luz afecta “directamente” a las personas con enfermedades crónicas y sus familias.

La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), que representa a 1.400 entidades de pacientes, ha alertado de que la nueva factura de la luz va a afectar directamente a las personas con enfermedades crónicas ya que no se tiene en cuenta su situación de vulnerabilidad y fragilidad generada por la enfermedad.

A su juicio, el hecho de que la franja horaria más barata sea de madrugada resulta “contraproducente” para estos pacientes que necesitan tener conectados sus dispositivos médicos y poder así mantener una calidad de vida “digna”, independientemente del horario establecido como “más barato”.

Así lo ha manifestado la presidenta de la POP, Carina Escobar, quien considera que los pacientes y sus familias vuelven una vez más a ser invisibles para las administraciones públicas.

En este sentido, Escobar ha defendido que la salud debe abordarse de una manera transversal teniendo en cuenta todos los ámbitos que pueden afectar a los pacientes, como, por ejemplo, el social, el laboral o el económico, “porque sólo así se podrá dar a las personas con enfermedades la atención que merecen”.

Desde la POP también han alertado de que este aumento en la factura de la luz agravará aún más las situaciones de pobreza energética, que ya viven gran parte de los pacientes crónicos, y ha asegurado que es “inaceptable” que los consumidores tengan que ver cómo se incrementa su factura por atender su salud.

Pacientes vulnerables

Además, ha apuntado que, aunque existen algunas medidas como el bono social o la definición de consumidor vulnerable, hay muchos pacientes que no tienen reconocida la condición discapacidad o de dependencia y que, por tanto, no pueden verse beneficiados por estas ayudas ni acceder a la protección social que merecen.

En relación a esto, desde la POP han reclamado al Gobierno que se reconozca la situación de cronicidad porque las propias enfermedades generan situaciones “críticas”, no solo económicas, sino también sociales y, por lo tanto, deben tenerse en cuenta a la hora de desarrollar cualquier política pública, prestación o ayuda. “La crisis económica, sanitaria y social generada por la COVID-19 está siendo un drama para muchas familias, y de manera más grave para aquellos que conviven con una enfermedad, por lo que debemos atender también sus necesidades para de verdad no dejar a nadie atrás”, ha concluido Escobar.

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