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El reto de cocinar a ciegas

Vidas Insuperables les cuenta a través de la experiencia de Andrés Ramos, una persona invidente total, la dificultad que supone para las personas ciegas enfrentarse a una situación tan cotidiana como cocinar. La ONCE ha impulsado la campaña «Alimentos con su punto” en la que el reconocido cocinero Sergio Fernández se enfrenta al desafío de cocinar con alimentos ‘en blanco’.

Andrés Ramos, director general adjunto de Servicios Sociales para Afiliados de la ONCE (principal institución promotora en España del etiquetado braille), se enfrenta cada día al reto de adivinar si el producto que tiene en las manos es el que realmente necesita. “Te puede pasar que quieres echarte champú y acabas poniéndote la crema de tu chica en la cabeza. Este es el día a día de las personas ciegas”, explica con humor y sinceridad a partes iguales.

El etiquetado en braille ya puede encontrarse en algunos envases como es el caso de los medicamentos, lo que facilitó mucho la vida de este colectivo. “Recuerdo, antes de que los medicamentos estuviesen etiquetados en braille, el problema que significaba para una pareja de ciegos totales tener un hijo y que tuviese fiebre. Y abrir la caja de los medicamentos y que hubiese envases sin etiquetar”. Sin embargo, este avance no se ha dado aún con el resto de productos que utilizamos a diario.

Esta falta de información en braille puede suponer un auténtico peligro si pensamos en productos tóxicos como la lejía y el amoniaco, o alimentos que pueden contener trazas a las que somos alérgicos. Por lo que Andrés, en nombre del todos los invidentes reclama que “el salto maravilloso que se dio con el etiquetado en medicamentos se dé también con el resto de productos de consumo, de salud, de limpieza y de alimentación”.

Ramos es positivo y considera que no hay una mala intención por parte de la industria alimentaria, sino simple desconocimiento. Por eso pretende animar a los empresarios a los que no se les haya ocurrido a que pongan en marcha esta iniciativa.

“Es algo barato, aumenta la RSC (responsabilidad social corporativa) de su empresa. No es solo por ganar más dinero sino porque en España, el empresario tiene cada vez un sentido ético mayor. Algo tan sencillo como hacer este etiquetado en braille supone un plus y una calidad a la hora de ofrecer ese producto a toda la sociedad y sus consumidores”, apunta.

“Con un pequeño esfuerzo se pueden derribar grandes barreras”

A día de hoy, la mejora en cuanto a accesibilidad en páginas webs y la creación de nuevas aplicaciones, ha facilitado la compra por Internet de todo tipo de productos por parte de este colectivo. Sin embargo, el problema aparece cuando esos productos llegan a casa y hay que ordenarlos de manera estratégica.

“Lo complicado es cuando tienes la compra en casa y tú la colocas, pero convives con más personas que lo pueden desordenar. Entonces es imposible reconocer eso que quieres comer o quieres usar. Quieres abrir la leche para ponerte un café y aciertas a la tercera porque es el mismo envase que el de un caldo, un zumo o un vino”.

El orden es algo fundamental en los hogares de las personas invidentes, y utilizan además pequeños trucos para enfrentarse a la cocina, pero lo que reclaman son soluciones efectivas. “Una solución es que uno pueda saber no sólo de qué producto se trata, sino cuál es su caducidad o comprobar si tiene algún riesgo alérgico”.

“Es un derecho básico, no deberíamos tener esas limitaciones”

Este etiquetado lejos de ser un privilegio es un derecho que, de llevarse a cabo, nos convertiría en una sociedad más inclusiva, donde los productos serían disfrutados por todos los consumidores por igual.

Para Andrés, lo peor de esta situación es tener que depender de otras personas en algunas ocasiones. “Quiero coger mi yogurt de fresa y como me han desordenado la nevera al final cojo el de vainilla que es el que menos me gusta. El envase es exactamente el mismo, y a veces es complicado tener que depender de alguien que ve. Poder hacer las cosas por sí mismo es una maravilla”.

Por todo esto y para concienciar a la industria alimentaria, la ONCE ha impulsado la campaña «Alimentos con su punto” en la que el reconocido cocinero Sergio Fernández se enfrenta al desafío de cocinar con alimentos ‘en blanco’. Durante la grabación de un spot, ha tenido que preparar un desayuno con una amplia variedad de productos envasados idénticamente y sin ninguna pista sobre su contenido.

Como ayuda, el cocinero ha contado con el asesoramiento de Andrés que le ha ido trasladando pequeños consejos para enfrentarse a una aventura que para él es una realidad diaria. Tras la experiencia ha comentado lo complicado que ha sido para desenvolverse  ‘a ciegas’ en la cocina.

“Ha sido muy difícil en cuanto a agilidad. Te encuentras muy perdido. Tienes que abrirlo todo. Si abres una conserva y la conviertes en un producto perecedero, qué haces, ¿te comes eso que ya has abierto porque te has equivocado?”.

Además ha reivindicado que las personas tienen derecho a disfrutar con la comida, a saber qué eligen, cómo lo cocinan, y qué es lo que quieren en cada momento. “Todos necesitaríamos un gran tiempo de adaptación para ser capaces de cocinar así”, ha asegurado el chef.

Equipararse al resto de consumidores

Con esta campaña la ONCE pretende concienciar sobre la importancia de que los productos de consumo de primera necesidad introduzcan en su envasado de origen un etiquetado en braille perfectamente identificativo que facilite la vida diaria de las personas ciegas y con discapacidad visual grave.

Las empresas que quieran formar parte de esta iniciativa, deben dirigirse a la Comisión Braille Española, donde les orientarán sobre cómo hacer bien ese etiquetado. Además se les concederá el sello de la CBE, considerado un elemento de prestigio, buenas prácticas y buen ejercicio de accesibilidad de sus productos.

Esta reivindicación ha coincidido con la celebración en Madrid del pleno de la Comisión Braille Española (CBE) y del Consejo Iberoamericano del Braille (CIB), a los que ha asistido el presidente del Consejo Mundial del Braille, Kevin Carey.

En la reunión de este pleno de la CBE ha sido ha aprobado el ‘Manifiesto de la Comisión Braille Española por el derecho de las personas ciegas a un etiquetado braille universal, donde se recoge la obligatoriedad de los poderes públicos de “velar por la accesibilidad universal en todos los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, el transporte, la información y las comunicaciones”.

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