El porcentaje de personas inactivas que cuentan con más de un 75% de grado de discapacidad es del 88%, según un estudio de la Confederación ASPACE, que exige una revisión de las ayudas, una mayor formación y que se recojan datos sobre la situación de las personas con parálisis cerebral con respecto al empleo.
Andrea es de Granada, tiene parálisis cerebral y actualmente es azafata de caja en Alcampo, una empresa volcada con las personas con discapacidad y donde Andrea es la primera persona con parálisis cerebral que trabaja en el hipermercado de Granada. Gracias a su inclusión laboral ha conseguido eliminar sus miedos y mejorar su desarrollo personal y la confianza en sí misma.
Aaron es deportista de paratriatlón, paraduatlón y atletismo adaptado ha conseguido numerosos logros relacionados con el deporte siendo campeón gallego de paratriatlón en 2018 y campeón de España en 5.000 metros.
Aaron también tiene parálisis cerebral y es usuario del Programa de Empleo y Formación de Federación ASPACE-Galicia desde julio de 2013. A día de hoy está preparándose para opositar a las plazas que la Administración Pública reserva a personas con discapacidad intelectual.
Ambos son la excepción a la regla, ya que si el escaso empleo y de baja cualificación, la multidiscriminación y el alto abandono escolar, es la realidad de la discapacidad en España, los datos de empleo en el ámbito de las personas que tienen parálisis cerebral, son desoladores y una cuestión pendiente para lograr la inclusión de este colectivo en la sociedad.
Así lo pone de manifiesto el ‘Estudio sobre la situación y las necesidades de las personas con parálisis cerebral en el ámbito de la integración laboral’, elaborado por Confederación ASPACE, que reclama que las personas con parálisis cerebral puedan tener acceso a un empleo digno y de calidad.
En este sentido, ha exigido una mejora de la situación laboral de las personas con parálisis cerebral y otras discapacidades con grandes necesidades de apoyo ya que actualmente, según se desgrana en el informe, el porcentaje de personas inactivas que cuentan con más de un 75% de grado de discapacidad es del 88%.
Sólo 3 de cada 10 trabaja
Yolanda Fillat, colaboradora externa de Confederación ASPACE, explica que la finalidad de este documento es “avanzar en hacer efectivo el derecho de las personas con parálisis cerebral al empleo y a una educación que lo permita de acuerdo a la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad”.
Asimismo, recalca que “no existen datos desagregados sobre la situación laboral de estas personas que aporten información periódica con utilidad para planificar y evaluar actuaciones específicas de apoyo para su integración laboral, algo que agrava la situación. El sistema de ayudas públicas para el acceso y mantenimiento no es suficiente para cubrir sus necesidades específicas de apoyo y adaptaciones”.
Obstáculos laborales
Al respecto, el estudio pone de manifiesto las dificultades y déficits con los que se encuentran las personas con parálisis cerebral en el ámbito laboral ya que en la mayoría de los casos no cuentan con los apoyos individualizados y adaptaciones que requieren.
Rafael Olleta, miembro de la Junta Directiva de Confederación ASPACE, asegura que, “además de las adaptaciones para facilitar su movilidad, desplazamiento y comunicación, muchas de estas personas requieren adaptaciones en los ritmos y tiempos que necesitan para desempeñar un empleo”.
“Desde Confederación ASPACE proponemos mejorar la formación de las personas con parálisis cerebral, revisar el sistema de ayudas públicas para la integración laboral del colectivo y mejorar los sistemas de información estadística sobre empleo para promover su inclusión laboral”, señala.
En esta línea, Sabina Lobato, directora de Formación y Empleo, Operaciones y Transformación de Fundación ONCE, anuncia que desde esta entidad van a comenzar “un estudio ambicioso para profundizar sobre la realidad de la inactividad y analizar cuáles son las diferentes situaciones que nos permitan saber los modelos eficaces de impulso de empleo de nuestro colectivo”.
Por su parte, Blanca Elizalde, de Fundación ASPACE Navarra para el Empleo y Antonio Luis Doallo, de la Federación ASPACE Galicia, coinciden en la necesidad de “avanzar en el empleo de calidad y en la importancia de hacer un acompañamiento individualizado ya que con los apoyos necesario y el puesto de trabajo adecuado, las personas con parálisis cerebral son perfectamente capaces para desarrollar cualquier empleo”.
Nivel formativo
Y es que el nivel formativo de las personas con discapacidad con altas necesidades de apoyo se sitúa muy por debajo del de otras personas con discapacidad, siendo un factor relacionado con sus posibilidades de empleabilidad y promoción en el ámbito laboral. Según los últimos datos del INE de 2016 el 5,9% de las personas con discapacidad no sabe leer ni escribir, el 22,9% tiene estudios primarios, el 56,2% estudios secundarios y el 15% estudios superiores.
Sin embargo, cuando hablamos de personas con mayores grados de discapacidad, las tasas de personas sin estudios o sólo con estudios primarios se disparan: el 50,7% de las personas con un 75% o más de grado de discapacidad no sabe leer ni escribir o cuenta con estudios primarios, el 38,1% tiene estudios secundarios y el 11,2% superiores.
Pero para las personas con parálisis cerebral de las entidades de ASPACE, esta realidad es aún más grave ya que el 83% de ellas son personas con un 65% o más de grado de discapacidad reconocido necesitando más apoyos y adaptaciones para superar las distintas etapas educativas.
No obstante, desde Confederación ASPACE recalcan que con los apoyos y adaptaciones necesarias se trata de personas con capacidad de aprendizaje que pueden superar las distintas etapas educativas.