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En busca del arca perdida de la inclusión en el cine

CERMI plantea la reforma Ley del Cine de 2007 para que la accesibilidad “llegue de verdad al medio cinematográfico” y que contempla que las películas  sean accesibles en origen, entendiendo por tal, el que cuenten con subtitulación, lengua de signos y audiodescripción.

Año tras año, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) reclama que todas las personas estén ‘invitadas’ a la Fiesta del Cine. Ahora, Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha ido un paso más allá.

Esta entidad ha reclamado al ministerio de Cultura una reforma de la Ley del Cine de 2007 para que la accesibilidad “llegue de verdad al medio cinematográfico, que sigue excluyendo con carácter generalizado a las personas con discapacidad sensorial”.

A juicio del CERMI, la vigente regulación en la materia, que data de 2007, “es notoriamente insuficiente pues no establece deberes nítidos y garantías de accesibilidad para las producciones y exhibiciones cinematográficas, lo que entra en contradicción con los mandatos generales de accesibilidad a todos los entornos, medios, soportes y canales, incluidos los audiovisuales”.

Según explican, la reforma de la Ley pasa por consagrar la obligación de que todas las producciones cinematográficas, españolas y extranjeras, que se exhiban y comercialicen en nuestro país sean accesibles en origen, entendiendo por tal, el que cuenten con subtitulación, lengua de signos y audiodescripción.

“El asegurar que toda la producción cinematográfica es accesible en origen permitiría que cada vez que esta se exhiba o difunda, solo bastaría con activar las medidas de accesibilidad, facilitando el objetivo de no excluir a ningún espectador por razones asociadas a discapacidad”, añaden.

Para esta entidad, “otra de las medidas necesarias que tendría que recoger la reforma legal es la de condicionar cualquier concesión de ayuda pública (subvención, incentivo, etc.), en el marco de los apoyos oficiales al cine, a que la producción cinematográfica sea accesible, de modo que ninguna obra no accesible sea merecedora de ayuda financiera o de otro tipo de los poderes públicos”.

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