Madrid acogió la semana pasada una exhibición de A-ball, fútbol en silla de ruedas en el que todos podemos jugar y con el que contribuimos a hacer un mundo más inclusivo. El creador de este deporte adaptado y uno de los jugadores explican a Vidas Insuperables esta gran iniciativa que tiene como meta convertirse en una disciplina de los Juegos Paralímpicos.
“Cuando yo era futbolista siempre había algún niño que venía en silla de ruedas a pedirte un autógrafo. Me dejaba inquieto esta situación porque estos chavales no podían jugar al fútbol. Su ilusión era pedirte un autógrafo y haber jugado al fútbol. Hace muchos años empecé en mi pequeño taller a hacer pruebas con materiales y diferentes artilugios para hacer un invento que se asemejara a los pies de ellos y que pudieran jugar al fútbol en silla de ruedas”.
En la jornada participaron 12 jugadores en silla de ruedas que una vez a la semana entrenan una hora y media en la ciudad de Valencia. Como nos cuenta Luis Peinado, uno de los jugadores, la iniciativa les llegó cuando muchos de ellos pertenecían a un club de baloncesto en silla de ruedas, y no dudaron ni un minuto en probar el A-ball.
Desde su nacimiento, el A-ball ha aumentado su presencia en el mundo deportivo, siendo reconocido hace unos meses por la Real Federación Española de Fútbol la Federación Española de Deportes con Discapacidad Física, la Asociación de Futbolistas Españoles y la Liga de Fútbol profesional. De hecho no faltaron caras conocidas durante el encuentro que quisieron apoyar esta práctica, como los exfutbolistas del Atlético de Madrid, Manolo Sánchez y Roberto Solozábal; el director de la escuela del Atlético de Madrid, Quique Estebaranz; y el exjugador del Real Madrid, Rubén de la Red.
De competición reglada a los Juegos Paralímpicos
Fernando Giner espera que pronto esta disciplina deportiva se pueda elevar a competición reglada nacional, con el fin de que el fútbol en silla de ruedas cada vez sea más vistoso. Aunque las pretensiones del creador van más allá de España. “El objetivo es conseguir que se homologue y que algún día se pueda jugar en los Juegos Paralímpicos”, confiesa a Vidas Insuperables.
“A una persona que no utiliza de silla de ruedas puede costarle un poco manejarse, pero al usuario de silla de ruedas no le cuesta. No hay que tener una fuerza excesiva para jugar al A-ball, solo tiene que habituarse al sistema para coger el balón que consiste en unas palas con las que se recoge el balón para chutar, meter goles por la escuadra o elevarlo”, añade Luis, que anima a que otras empresas patrocinen esta disciplina que esperamos que pronto sea un deporte inclusivo de referencia internacional.
El partido contó con la organización de la Asociación para el Fomento del A-Ball en España y la colaboración de la Real Federación Española de Fútbol, la Asociación Española de Futbolistas Internacionales, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), el Máster de gestión de Empresas Deportivas y FAMMA.