La Serie Mundial de Poker (WSOP, por sus siglas en inglés) es el nombre más prestigioso en el mundo del póker. El conjunto de torneos de póker vivo se celebra una vez al año en el Rio All-Suite Hotel & Casino en Las Vegas, Estados Unidos. Miles de jugadores acuden al casino estadounidense para participar en los diferentes eventos, principalmente en el Main Event, que se juega en la modalidad de Texas Hold’em y tiene una inscripción de 10.000 dólares. Durante más de cuarenta años, las mesas de las WSOP han sido testigo de emocionantes historias de superación, como la de Hal Lubarsky, el primer jugador de póker ciego en entrar en premios en la historia de las WSOP.
Nacido en Brooklyn, uno de los cinco distritos de Nueva York, Lubarsky se inició en el póker desde muy joven. Con 29 años, el neoyorquino se mudó a Las Vegas para jugar profesionalmente, convirtiéndose en uno de los jugadores más conocidos de la ciudad estadounidense, especialmente en los juegos de efectivo. Tras 15 años dedicándose al juego de cartas, Lubarsky comenzó a sentir los efectos de una condición que cambiaría su vida. Hal se enteró de que había nacido con retinosis pigmentaria, una distrofia hereditaria que afecta la capacidad de la retina para responder a la luz, causando una pérdida lenta de la visión. La visión lateral (periférica) y la visión nocturna del jugador neoyorquino disminuyó lentamente y finalmente perdió toda la vista. Incapaz de ver las cartas de la mesa, la carrera profesional de Lubarsky llegó a su fin.
Todo cambió en 2004, cuando un amigo le sugirió que usara un lector para que le ayudara en la mesa. Una idea que le dio una nueva vida a la carrera profesional de Lubarsky. El neoyorquino regresó rápidamente al mundo de los naipes acompañado por un crupier de póker de Las Vegas llamado Jo Adair, quien le susurraba a Lubarsky sus cartas de mano, así como la acción en el flop, turn y river del resto de oponentes en la mesa. Antes del inicio del Main Event de las WSOP 2007, en el que participan aquellos jugadores que saben cómo jugar al Texas Holdem Poker, el neoyorquino se puso en contacto con la organización del evento para ver si se le permitiría participar con un lector. Su solicitud fue denegada, ya que las reglas del torneo establecían que ningún jugador podía tener asistencia en la mesa.
Lubarsky no desistió en su idea de participar en el torneo de póker en vivo más importante del mundo. El neoyorquino mencionó que la organización había permitido a un jugador sin brazos, Mike Wilson, participar en las WSOP 2005 con una persona que lo ayudara. Además, también sugirió la posibilidad de una demanda por discriminación. La organización cedió y lo dejó participar en el Main Event. Lubarsky aprovechó su oportunidad, sobreviviendo a más de 6.300 jugadores antes de ser eliminado en el puesto número 197. El neoyorquino ganó 51.398 dólares, convirtiéndose en el primer jugador ciego en entrar en premios en las World Series of Poker. Tres años más tarde, el neoyorquino volvió a sentarse en las mesas del Rio All-Suite Hotel & Casino, pero no terminó en los premios.
La historia de Vanessa Pacella en las WSOP 2014
El ámbito del póker está lleno de personas que nunca dejan de luchar y que son verdaderos ejemplos no sólo para el mundo de los naipes, sino también para la vida en general. Si no que se lo pregunten a Vanessa Pacella, una jugadora de 45 años, apasionada al póker, que apareció en las WSOP 2014 cuando estaba luchando contra un cáncer de mama en etapa IV que se había extendido a su hígado. Para animar a Vanessa, su amiga Nicole Rowe, sobreviviente de cáncer de mama, le pagó la inscripción al Main Event de las WSOP. Ambas aprovecharon la popularidad del torneo de póker en vivo para difundir su mensaje de concienciación sobre el cáncer y las mamografías, recordando que las mujeres no deben esperar hasta los 40 años para hacerse mamografías.
Nicole Rowe, una exitosa jugadora de póker en torneo en vivo, fue eliminada el primer día del Main Event. Por su parte, Vanessa Pacella, que 10 días antes había recibido un tratamiento de quimioterapia, sobrevivió a la eliminación recuperando todas sus fichas y luego doblándolas para tomar asiento el día siguiente. Cuando regresó a su habitación de hotel para compartir la historia con su amiga, Vanessa descubrió que Nicole había caído muy enferma. En cuestión de horas, Nicole fue trasladada al hospital, donde fue diagnosticada con neumonía y otras complicaciones graves derivadas de sus tratamientos contra el cáncer. Aunque quería ayudarla, Vanessa tuvo que permanecer en la habitación del hotel debido a su sistema inmunológico, ya que no puede darse el lujo de resfriarse ni siquiera.
Aunque su mente estaba en su amiga, Vanessa acudió al segundo día del Main Event. A diferencia del primer día, que había aparecido sin pelo a causa de la quimioterapia, la jugadora se sentó en la mesa con la peluca rosa de Nicole y consiguió doblar su stack (la pila de fichas que dispone un jugador en un determinado momento en la mesa en una mano) para alcanzar el día 3 de competición. A pesar de ser eliminada durante el tercer día, Vanessa y Nicole cumplieron sus dos objetivos: contar su historia y jugar el Main Event de las WSOP.
Vanessa falleció el 11 de mayo de 2015, un día después del Día de la Madre en Estados Unidos, a la edad de 45 años. Una jugadora de póker que siempre será recordada como una heroína con un espíritu que se negaba a ser quebrantado. Una luchadora hasta el final que dejó una de las historias de superación más emocionantes que se han vivido en el mundo del póker, convirtiéndose en la luz más brillante de las WSOP 2014. Una historia que sirve de inspiración para todas aquellas mujeres que están luchando contra el cáncer de mama, el tumor más frecuente en las mujeres occidentales, según los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).