Una gaditana con discapacidad visual de 16 años, Paloma Froján, cursará Bachillerato en Armenia gracias a Colegios del Mundo Unido y Fundación ONCE.
A sus 16 años, Paloma Froján presume con orgullo de su Cádiz natal, pero además de su origen teñido de gracia y salero, esta gaditana con discapacidad visual tiene ya una vida de superación y tenacidad.
Pese a ser aún una adolescente, Paloma Froján, hará los dos próximos cursos académicos (2018-2020) correspondientes a Bachillerato en el centro que Colegios del Mundo Unido (CMU) tiene en Dilijan, Armenia, gracias a la beca concedida para este fin por Fundación ONCE.
Froján, que este año ha terminado 4º de la ESO en el Colegio Albariza de Jerez de la Frontera (Cádiz), ha sido la última alumna seleccionada por Fundación ONCE para disfrutar de la beca que esta entidad concede todos los años a un estudiante con discapacidad para que pueda cursar el Bachillerato Internacional en uno de los centros que Colegios del Mundo Unido tiene repartidos por todo el mundo.
Para la joven gaditana, poder estudiar un año en Armenia supone una gran experiencia de la que espera, sobre todo, “crecer como persona, conocer nuevas personas y culturas y descubrir y ampliar mis horizontes”. “En el sentido académico, lo que más espero es poder recibir una educación ‘diferente’ y más precisa para lo que quiero estudiar”.
Entre sus aficiones destaca el dibujo, la danza, la música, la escritura, el cine y el teatro, actividades que espera poder realizar allí. “¡También me gusta cocinar!”, añade. Apuntarse a teatro y artes visuales de nivel alto, poder bailar, hacer acrobacias y tocar guitarra, están igualmente en su lista de deseos a cumplir a partir del próximo 21 de agosto. “Además me gustaría unirme al club de debates y al decathlon académico”.
Paloma habla de su discapacidad con normalidad. Según explica, las distintas intervenciones por las que ha pasado a causa de un nevus en la cara le han afectado a la visión en uno de sus ojos, lo que le dificulta alguna de sus tareas pero no le impide cumplir su sueño de vivir esta experiencia.
Convivir con una discapacidad
“Mi grado de discapacidad sí me afecta en algunas cosas del día a día, ya que tengo visión doble en uno de mis ojos. Llevo gafas con prisma y filtro para proteger mi retina, así que tengo todo lo posible para corregirlo. A la hora de leer o de estudiar me causa dificultad para concentrarme y para memorizar (visualmente), así que uso otras técnicas, como estudio auditivo”, señala.
Para paliar esa dificultad asegura que lo único que necesitaría de ayuda sería algo más de tiempo en los exámenes, “ya que los exámenes escritos me cuestan y se me satura la visión con facilidad causándome mareos”. Sentarse cerca de la pizarra para poder ver bien o usar una tablet para tener apuntes en digital y poder ajustarlos a sus necesidades de tamaño en la letra, son otras de las soluciones que le facilitarían la tarea.
Experiencia enriquecedora
Isabel Martínez Lozano, comisionada para Universidad, Juventud y Planes Especiales de Fundación ONCE, reconoce que “es fundamental que la discapacidad no sea un obstáculo para que los jóvenes puedan participar en estos programas tan enriquecedores, que permiten compartir un tiempo importante de la vida con personas de otras costumbres y culturas”.
“Cursar parte de los estudios fuera de España, como hará esta gaditana, es una experiencia muy enriquecedora de la que no debería privarse a nadie por motivos de discapacidad”, recalca.
La directora de Colegios del Mundo Unido, Berta Fraguas, coincide en las ventajas que supone para un alumno salir fuera y vivir esta experiencia. “Desde 1995 llevamos mandando chicos y chicas con discapacidad a nuestros centros y el balance no puede ser más positivo, claro que ha supuesto un reto, una aventura con sus dificultades, pero también una experiencia única para crecer y adaptarse a los cambios y fomentar la independencia personal”.
La organización Colegios del Mundo Unido (United World College en inglés) cuenta en la actualidad con 17 centros en cuatro continentes. Está implantada en 156 países y en medio siglo de vida ha permitido que 45.000 alumnos de más de 180 nacionalidades hayan pasado por sus aulas.
Según explica Berta Fraguas, llevan más de 20 años colaborando con Fundación ONCE para que alrededor de 25 alumnos con discapacidad hayan participado en el programa gracias a las becas de Fundación ONCE.