Jacaranda11, una compañía teatral compuesta por mujeres movidas por un necesario afán de superación y una gran afición al teatro, representará ‘La décima musa o yo, la peor de todas’ mañana en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, del que Vidas Insuperables es Medio Colaborador.
Jacaranda11, la agrupación teatral formada por actrices ciegas y con discapacidad visual grave afiliadas de la ONCE, se suman este año por primera vez a la programación del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, del que Vidas Insuperables es Medio Oficial.
Su representación de ‘La décima musa o yo, la peor de todas’, podrá disfrutarse mañana, día 6 de julio, en la Iglesia de San Blas a las 13:00h. Su actuación forma parte de la programación accesible e inclusiva del certamen.
“Jacaranda 11 surge como un taller de teatro de la ONCE. Yo estaba estudiando arte dramático y mi proyecto fin de carrera fue ‘Luces de bohemia’, donde el protagonista es un ciego. Para un montaje tan espectacular necesitaba más dinero, al margen de la subvención que me daba la escuela”, explica Carmen Ruiz-Mingorance, directora del grupo.
Carmen acudió a la ONCE a pedir una subvención, sin embargo, lo que le ofrecieron fue un trabajo como profesora de un taller de teatro para los afiliados. En 2013 comenzaron con el taller al que se apuntaron 10 mujeres. Ese mismo año estrenaron su primera obra, una adaptación de ‘Ocho mujeres’ de Robert Thomas para la que tuvieron que inventarse dos papeles.
“Hicimos un vídeo y automáticamente nos propusieron convertirnos en una agrupación de teatro. A partir de entonces hemos estado trabajando cada año con un montaje que nos exige la ONCE y haciendo un mínimo de 10 bolos anuales. Se han ido cumpliendo todas las expectativas y el grupo ha ido mejorando de una manera vertiginosa, hasta ser seleccionados este año para ir al Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro”.
Este año Jacaranda11 llevará a cabo dos estrenos. Por un lado actuarán con la obra ‘Celestina’, a la que se ha sumado un actor, y por otro lado estrenarán ‘La décima musa o yo, la peor de todas’ en Almagro, una obra que será representada por las 10 integrantes del grupo.
“El broche de oro a una temporada muy fructífera”
“Estamos simultaneando los ensayos de las dos obras. Están muy ilusionadas, para ellas y para mí, acudir a Almagro es tocar el cielo con las manos. Se trata de un montaje relativamente pequeño. El primer día es la presentación de la exposición de Sor Juana Inés y hacemos una pequeña muestra en un cuarto de hora al inicio de la exposición. El día 6 tenemos un montaje de media hora”.
“Con los poemas que han ido seleccionando yo he hecho un hilo argumental. Empieza con Sor Juana Inés de la Corte del Virreinato, que es una poesía más juvenil y jovial, y a partir de ahí vamos evolucionando a través del tiempo y del sentir de la monja. Todo eso lo vamos contando con una evolución a través del vestuario y el hábito. Comienza con Sor Juana Inés de la Cruz vestida tal y como se le ve en los retratos, y poco a poco se van desprendiendo de elementos del vestuario hasta que al final queda una mujer vestida contemporánea”.
Este es el sexto año de trabajo de Jacaranda 11 y la obra que representarán en Almagro es su séptimo estreno. Su trabajo se ha visto reconocido este año con los diferentes premios que les han otorgado por la adaptación de la obra ‘La casa de Bernarda Alba’, con la que convirtieron en comedia una tragedia sin modificar el texto.
“No querían ser un grupo de teatro del montón, querían ser buenas, y lo son”
Esto lo han conseguido gracias al trabajo de interpretación y de cuerpo que realizan en cada ensayo. “Constantemente estamos haciendo trabajo de cuerpo, de psicomotricidad, de expresión corporal, etc. Para ellas es muy complicado, las personas con discapacidad visual tienen una complejidad especial a la hora de mover el cuerpo”, explica.
El compromiso de todas es muy grande y gracias a ello pueden realizar montajes cada vez más complejos. Por ejemplo, ‘La Celestina’ es una adaptación del texto inspirada en la época del Moulin Rouge. “Para ellas el teatro es terapia, pero es que además se han empoderado. En el final de Celestina bailan todas el número de Cancán, con lo todo lo que esto supone, las faldas, las piernas, etc. Lo de Sor Juana Inés también es un logro, porque se quitan ropa que además tienen que dejar colocada para no tropezar”.
Carmen no tenía experiencia en trabajar con personas con discapacidad visual, y ha sido capaz de llevar a este grupo de teatro hasta el Festival de Almagro gracias al esfuerzo y trabajo diario por parte de todas. “Hablan mucho, no paran de hablar nunca, y he tenido que aprender a convivir con ese ruido de fondo que tienen siempre. Es muy complicado concentrarse pero es muy gratificante ver el montaje final, con la dificultad que ha conllevado, que eso solo lo sabemos nosotras”.
“Es un orgullo a nivel profesional y personal. Es un trabajo muy arduo pero a la vez muy gratificante. No dejo nunca de admirarlas y me emociono en cada obra que representan porque las veo superarse a sí mismas cada día. Están felices y no quieren dejar el teatro por nada del mundo”.