En una entrevista, el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos asegura que «la Farmacia está demostrando su formidable capacidad de respuesta ante lo convulso».
“Vivimos tiempos convulsos, donde todo sucede a un ritmo vertiginoso, que pone a prueba nuestra resiliencia como sociedad, a nivel individual, y también como profesionales farmacéuticos”.
Así se expresa el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Jesús Aguilar, que hace balance de 2021 en una entrevista de la que se hace eco Vidas Insuperables. Una encuentro en el que repasa los hitos y desafíos que han marcado el año, las estrategias que están guiando los pasos del Consejo y las tendencias que perfilan el futuro de la profesión.
Con el telón de fondo de la terrible guerra en Ucrania, y aún inmersos en la pandemia, constatamos que, por extremas que sean las dificultades, las farmacias siempre están “de guardia y en guardia”, trabajando con una profunda vocación de servicio. ¿De qué manera se está colaborando desde el Consejo para apoyar a las víctimas de la guerra?
La Farmacia está demostrando su formidable capacidad de respuesta ante lo convulso, su agilidad de adaptación y resiliencia en un contexto impredecible. Por muy complicada que sea la situación, la farmacia siempre está dispuesta a dar lo mejor de sí misma, con profunda vocación de servicio y solidaridad. En coordinación constante con las Administraciones Públicas, los profesionales farmacéuticos estamos dando respuesta, apoyando a las víctimas de la guerra, dentro de nuestras posibilidades, en coordinación con las ONG que actúan en el territorio, y mostrando todo nuestro apoyo a nuestros colegas farmacéuticos ucranianos.
En 2021 el Consejo ha mantenido una intensa actividad institucional y desplegado numerosos programas que han contribuido a mejorar la vida de muchas personas, ¿cuáles han sido los principales desafíos de este año y los logros alcanzados en 2021 para la profesión?
Llevamos dos años complicadísimos y, a pesar de ello, en 2021 se ha confirmado la enorme entrega, compromiso y profesionalidad de los más de 78.000 farmacéuticos colegiados, desde todos los ámbitos de ejercicio, combatiendo el virus con responsabilidad y profesionalidad.
Durante este año, nuestra profesión ha seguido demostrando el papel clave que tiene en la construcción del sistema sanitario. En febrero de 2021 se hizo justicia incorporando a la profesión en el Foro de las Profesiones Sanitarias del Ministerio de Sanidad.
Un hito relevante ha sido la presentación en septiembre, a la presidenta y portavoces de Sanidad del Congreso de los Diputados, de un decálogo de propuestas para dar respuesta desde la Farmacia a los retos presentes y futuros del Sistema Nacional de Salud, basadas en los aprendizajes de la pandemia.
También ha sido un año clave para poner en marcha la Agenda Digital y la Estrategia Social. Hemos firmado importantes acuerdos a nivel institucional y avanzado en la dispensación colaborativa entre la farmacia hospitalaria y comunitaria, así como en la participación de la Farmacia Comunitaria en la Salud Pública, con su actuación fundamental en la realización de test de COVID-19.
¿Cree que esta pandemia ha hecho patente el trabajo de la profesión farmacéutica ante la sociedad?
En cualquier gran ciudad o en cualquier pequeño pueblo, los ciudadanos encuentran en esa farmacéutica o farmacéutico una persona que no solamente va a tener las capacidades sanitarias, sino que además va a suponer un “refugio” de salud, también de salud mental o de ayuda en situaciones de soledad no deseada.
Se ha logrado no solo la legitimidad social sino la confianza social. Los tres grandes ejes que definen nuestra estrategia son realmente uno solo: el servicio al ciudadano. Para nosotros, la sociedad de los cuidados es el punto de partida, junto con otro concepto que constituye la base de nuestra profesión, que es la humanización.
Por eso insistimos en que la digitalización de los procesos no debe hacernos perder nunca el contacto del farmacéutico con el ciudadano, que ha sido el éxito de esta pandemia.
Uno de los principales hitos de 2021 ha sido el lanzamiento de la Estrategia Social de la profesión farmacéutica ¿Qué supone una estrategia de esta índole?
La presentamos en octubre, de la mano del secretario de Estado para la Agenda 2030 del Gobierno de España, y su propósito es ser instrumento y palanca para canalizar el trabajo de los farmacéuticos en favor de una sociedad más justa e igualitaria, donde nadie quede atrás. En ella ponemos el foco en cinco ejes prioritarios: pacientes, infancia, mujeres, mayores y colectivos vulnerables.
A través de esta estrategia queremos convertir la farmacia comunitaria en un espacio sociosanitario, capaz de crear circuitos asistenciales y sociales diferentes, que contribuyan a abordar los retos globales de la Agenda 2030.
Asimismo, en línea con esta contribución al desarrollo sostenible, hemos renovado un año más nuestro compromiso con el Pacto Mundial, cuyos diez principios constituyen un pilar básico en nuestra toma de decisiones.
A nivel institucional, el Consejo ha seguido haciendo propuestas para ofrecer el potencial del conjunto de la profesión y de la red de farmacias ¿Cuáles son las propuestas lanzadas al Gobierno?
Como parte de la sociedad, no podemos ir por caminos distintos. Si tenemos ya marcado un camino global, tenemos que intentar aportar nuestro granito de arena. Por eso desde el Consejo General es clave mantener una actitud proactiva a la hora de plantear propuestas e involucrar a todos los agentes del ámbito sanitario, poniendo en valor nuestra profesión.
Por este motivo, en ese decálogo que presentamos en el Congreso de los Diputados planteamos, entre otras propuestas, la creación de una cartera concertada de servicios profesionales desde la farmacia comunitaria para reforzar la Atención Primaria, avanzar en la dispensación colaborativa entre la farmacia hospitalaria y comunitaria o consolidar la atención farmacéutica domiciliaria.
Una de estas propuestas está enfocada a hacer frente al reto demográfico. De hecho, una de cada cuatro farmacias se encuentra en el medio rural, ¿hasta qué punto es clave potenciar las competencias de la Farmacia Rural?
La farmacia rural, consecuencia del modelo de farmacia español, es un activo esencial para fijar población, un polo de desarrollo en salud y socioeconómico de las zonas rurales.
Las farmacias contribuyen a la vertebración del territorio y la creación de comunidad, especialmente con el rol asistencial en la España vaciada ante una población cada vez más envejecida.
Por eso nuestra propuesta es promover una atención sociosanitaria integral desde la Farmacia Rural en las zonas afectadas por el Reto Demográfico. De esta forma estaremos dando respuesta al tan importante desafío rural, al que el Gobierno de España y las Comunidades Autónomas deben dar respuesta.
La confluencia de lo social y lo digital permite humanizar el servicio y generar un mayor impacto positivo ¿Qué aporta ese afán de innovación y de digitalización en el ámbito de la Farmacia?
Para nosotros digitalizar es humanizar, e innovar es trabajar constantemente por la eficiencia y la excelencia, por mejorar la forma de trabajo y responder a las expectativas de la población.
Durante esta pandemia hemos desarrollado la receta electrónica privada que, junto con la receta electrónica pública y la de las mutualidades, proporciona seguridad en el proceso prescripción-dispensación, y que nos sitúa como referente mundial en digitalización y transformación de la Farmacia.
Farmahelp, CISMED o Nodofarma Verificación son otros ejemplos de cómo podemos aprovechar las tecnologías en favor de los ciudadanos, proyectos que están creciendo, como podemos ver en esta Memoria. Y otro hito importante, el lanzamiento de la nueva web corporativa, www.farmacéuticos.com, una respuesta profesional e innovadora de la farmacia al desafío digital.
En esta línea, en un futuro próximo habrá que dar un paso más para que todos los ciudadanos podamos tener nuestro historial farmacoterapéutico completo, algo que consideramos un derecho fundamental y un servicio a la ciudadanía eficiente y eficaz.
Europa aspira a ser neutra en carbono para 2050 ¿Qué iniciativas está impulsando el Consejo en materia ambiental?
Actualmente estamos trabajando con SIGRE en el desarrollo del sello EcoFarmacia, de Buenas Prácticas Ambientales en la Farmacia, en el que se potenciarán las prácticas ambientales que contribuyan a la reducción de consumos, la optimización de los recursos o el uso responsable de bienes y servicios.
Nuestro objetivo es contribuir con proyectos concretos al desafío de la sostenibilidad medioambiental, la reducción de emisiones y la transición ecológica, como agentes sanitarios que actúan también con efecto multiplicador para sensibilizar a la sociedad en el cuidado medioambiental.
Asimismo, internamente contamos con la certificación ISO 14001, que se suma a la que desde 2007 renovamos en base a los estándares ISO 9001 en productos como BOT PLUS, Panorama Actual del Medicamento, asignación de los Códigos Nacionales de Parafarmacia, los cursos del Plan Nacional de Formación Continuada, etc.
Poniendo la lupa en la gestión interna del propio Consejo, ¿qué pasos se han dado en 2021 para seguir avanzando hacia un modelo de gestión cada vez más ético y sostenible, que genera valor para sus grupos de interés?
En 2021, todo lo relacionado con la gestión interna del Consejo y la cogobernanza con los Colegios ha sido una piedra angular. Se ha hecho un proceso de transparencia y de elaboración de procedimientos en cuanto a compliance muy importante. De hecho, somos uno de los pocos Consejos Generales de España al que el gobierno ha reconocido casi el 100% de nivel de transparencia.
Este año, además, hemos celebrado elecciones y en diciembre, la Asamblea de presidentes aprobó el proyecto de Estatutos del Consejo General, que dotarán a la organización de un marco jurídico sólido pero flexible, ajustado a la realidad autonómica y profesional actual.
¿Cómo se imagina la farmacia del futuro? ¿En qué aspectos hay todavía mucho camino por recorrer?
Contamos con el magnífico legado de una profesión de 800 años de historia, pero eso no significa que aún no tengamos mucho por hacer. Durante esta evolución, la profesión ha cambiado y se ha ido adaptando según las necesidades de los ciudadanos.
El Consejo está marcando las líneas y estrategias del futuro, aportando valor a nuestra profesión desde la perspectiva de coordinación y colaboración de los 52 Colegios de Farmacéuticos y los Consejos Autonómicos, en el modelo actual de cogobernanza.
Los farmacéuticos queremos ser útiles a la sociedad, y eso lo tenemos que hacer en una corporación con un solo gesto; y ese gesto es la cruz de sumar, la cruz del “más”, que es también la cruz de la farmacia.