El Síndrome de Asperger es un Trastorno del Espectro Autista muy frecuente en nuestra sociedad, y que afecta principalmente al desarrollo emocional, social y conductual de la persona. Para combatirlo, hay hábitos saludables para mejorar el día a día de las personas autistas.
Cada año, el 18 de febrero se conmemora el día del Síndrome de Asperger, un Trastorno del Espectro Autista muy frecuente en nuestra sociedad, que tiene consecuencias importantes en el desarrollo emocional, social y conductual de la persona. Si bien la característica más distintiva del autismo es la forma de percibir y socializar con las demás personas, este trastorno de origen neurobiológico tiene más implicaciones, muchas de las cuales aún desconocemos.
En este sentido, la adopción de hábitos saludables contribuye a que las personas con TEA mejoren su nivel de desarrollo, pero ¿qué hábitos son a los que hay que prestar más atención?. Para ello, los expertos en TEA de la Fundación Orange señalan algunas de las claves:
Diversifica las actividades
Gran parte de las personas con autismo tienden a realizar siempre las mismas tareas, ya que la rutina ofrece una seguridad y orden a su vida. No obstante, también es recomendable flexibilizar algunas de estas actividades, con el fin de evitar que las propias rutinas, en lugar de aliado, se conviertan en enemigo y lleguen a suponer un obstáculo para el desarrollo funcional de la vida diaria.
Por eso, la forma más saludable de evitar esta rigidez es ofreciéndoles alternativas diferentes. Por ejemplo, combinar actividades de interior con otras al aire libre es recomendable para ampliar el repertorio de actividades a realizar y poder descubrir intereses nuevos con los que disfrutar. Esta, además, es una forma saludable de ayudarles a desarrollar su personalidad y forma de ser.
Ejercita la mente
La realización de distintas tareas mentales es fundamental, tanto para aprender y ser más independientes, como para mantener habilidades previamente adquiridas. Algo que cobra especial relevancia en personas con autismo, en las que entrenar la mente a diario es esencial, ya que ello les ayuda en el desarrollo de muchas habilidades, entre ellas la habilidad social.
Ofrece una dieta saludable
La dieta es clave para las personas con TEA, ya que son propensos a tener problemas de alimentación, bien por trastornos que alteran los hábitos alimenticios como la ansiedad o por las limitaciones que puede tener la persona para comer ciertos alimentos. En ese sentido, es fundamental asegurarse de que el cuerpo recibe todos los nutrientes necesarios a través de una dieta saludable, equilibrada, y adaptada a sus gustos y estilo de vida.
Incorpora actividades físicas
La práctica deportiva es uno de los hábitos más saludables que podemos incorporar a la rutina de las personas con TEA, ya que el ejercicio tiene múltiples beneficios para el bienestar físico y mental. Sin embargo, antes de optar por una modalidad deportiva es recomendable iniciarse primero con deportes individuales, de modo que puedan acostumbrarse a la dinámica de ejercicio.
Una vez familiarizados con la práctica deportiva, es importante que pasemos a deportes donde puedan relacionarse con otras personas sin mucha presión y de forma gradual. Deportes tales como la natación, el senderismo, la equitación o las artes marciales podrían ser muy buenas opciones para incorporar las actividades físicas en su día a día.
Facilita herramientas adecuadas para comunicar su dolor o malestar
A muchas personas con autismo les cuesta transmitir lo que les sucede de forma verbal, y a menudo necesitan de apoyos específicos para hacerlo. Asegúrate en todo momento que tienen acceso a herramientas tales como los sistemas de comunicación aumentativa. Estos sistemas, que suelen ser formas de expresión basadas en la imagen, en los gestos o en los mismos objetos y el contexto, hacen más accesible el proceso de comunicación para las personas con TEA y facilitan la conversación sobre sus emociones y sentimientos.
Enseña habilidades de autorregulación
La ansiedad puede ser el detonante de situaciones complicadas que pueden evitarse empleando estrategias para la serenidad. Para las personas con autismo se propone crear un espacio de relajación en casa, en el que encuentre una serie de materiales y de rutinas estructuradas que incentiven el autoconocimiento y que sirvan de guía a la hora de autogestionar un estallido o sobrecarga sensorial. Otra de las herramientas también recomendables es la caja de la calma, que debe contener elementos que contribuyan a calmar el estado del sistema nervioso, tales como un bote de la calma, pelotas antiestrés, mordedores, mandalas para colorear, globos, o papel de burbujas.