Según datos del último informe del Ministerio de Trabajo y Economía Social, el colectivo de personas con discapacidad tan solo representa el 1,56% de los contratos realizados durante el año 2020, pese a ser un 6,2% de la población activa, lo que ha disparado la alarma en el sector.
La Federación Empresarial Española de Asociaciones de Centros Especiales de Empleo (FEACEM) ha urgido a la puesta en marcha de políticas de empleo que favorezcan la inclusión de las personas con discapacidad en el mercado de trabajo, ante los «alarmantes» datos del último ‘Informe del Mercado de Trabajo de las Personas con Discapacidad’, que refleja que dos tercios de las personas con discapacidad que se encuentran en búsqueda activa de empleo son parados de larga duración, así como una disminución del 30% en la contratación.
El informe, elaborado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, recoge que entre quienes llevan más de 12 meses en paro, los mayores de 45 años son el grupo más numeroso, ya que representan un 62,7% del total. De ellos, la mayoría son mujeres, con el 54,68%, tal y como ocurre con el paro general dentro del colectivo, donde son el 52,13%.
Desde FEACEM destacan lo «preocupante» de estos datos ya que, tal y como explica el presidente de FEACEM, Daniel-Aníbal García, «cuando una persona entra en la categoría de parado de larga duración, es muy complicado que encuentre un empleo y esto, sin duda, retroalimenta el hecho de que las personas con discapacidad no sean representativas en el mercado laboral». Y es que, según el informe, este colectivo tan solo supone el 1,56% de los contratos realizados durante el año 2020, pese a ser un 6,2% de la población activa.
El documento refleja, asimismo, que la contratación de personas con discapacidad cayó en 2020 en un 30%, un dato en línea con del resto de colectivos de interés para el empleo, entre los que también se encuentran las mujeres, los mayores de 45 años, los jóvenes hasta los 29 años y los extranjeros.
«Discriminación laboral»
«No debemos perder de vista que 2020 fue un año excepcional marcado por una pandemia mundial que ha tenido un fuerte impacto sobre el mercado laboral a todos los niveles», asegura García, que insiste, no obstante, en que las cifras son un reflejo «muy preocupante de la discriminación laboral a la que se enfrenta el colectivo de personas con discapacidad y la doble dificultad que encuentran las mujeres», dado que, por sexos, los hombres registran un mayor número de contratos que éstas, con el 61,56% y el 38,44%, respectivamente.
En este contexto, García incide en que los datos analizados «ponen de manifiesto la necesidad de desarrollar políticas y programas de empleo que, por un lado, eviten la destrucción de puestos de trabajo y que, por otro, contribuyan a impulsar la participación plena de las personas con discapacidad en el mercado de trabajo».
Por grupos profesionales, el de las ocupaciones elementales continúa siendo el que registra la mayor parte de los contratos, con un 47,55%, seguido por el de los trabajadores de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores (18,27%) y el de empleados contables, administrativos y otros (9,83%).
Trabajo y estudios
El informe del Ministerio de Trabajo y Economía Social recoge este año, por primera vez, el análisis entre la correspondencia de los puestos ocupados por las personas con discapacidad y su nivel de estudios. En este sentido, destaca que casi una cuarta parte (22,99%) de las personas están sobrecualificadas para realizar las tareas que requiere su puesto de trabajo.
Desde FEACEM destacan que el hecho de que el informe ofrezca este dato por primera vez es «muy positivo, dado que permite completar la fotografía del mercado laboral para el colectivo». A este respecto, hacen hincapié en que esta realidad puede conducir a la desmotivación de los trabajadores, que no ven cumplidas sus expectativas laborales a este nivel.