Una macroencuesta demuestra que el 85% ha visto afectada su salud mental por la pandemia y la mitad se plantea abandonar la profesión.
Dos años prácticamente ininterrumpidos de pandemia por COVID han tenido un impacto demoledor en las enfermeras y enfermeros que trabajan en España. Y el problema es que no se atisba la salida porque la lucha contra el virus mantiene en un bucle asistencial a casi el 80 por ciento de los profesionales, que se ve obligado a dedicar la mayor parte de su tiempo de trabajo al COVID y no puede prestar la asistencia que querría al resto de sus pacientes.
El resultado de tantos y tantos meses de desgaste ha tenido consecuencias muy graves para la salud mental de estos profesionales, ya que un tercio de ellos (33%) reconoce haber sufrido depresión, 6 de cada 10 confirman haber padecido insomnio (58,6%) y algo más de dos terceras partes ha tenido episodios graves de ansiedad (67,5%). Estos son algunos de los resultados y conclusiones extraídos de la mayor encuesta realizada jamás en España en el sector enfermero: han participado 19.300 enfermeras y enfermeros durante las primeras semanas de enero de 2022.
Se trata del estudio “Radiografía de la situación profesional y emocional de la profesión enfermera”, que han presentado Florentino Pérez Raya, José Ángel Rodríguez, José Luis Cobos y Diego Ayuso, presidente, vicepresidentes segundo y tercero y secretario general del Consejo General de Enfermería de España.
Tal y como han explicado, se trata de una macroencuesta histórica que pone de manifiesto la situación insostenible que vive la profesión enfermera y su creciente indignación. Tal y como ha explicado Pérez Raya, “nuestro objetivo era cuantificar y conocer con exactitud el impacto generado por el COVID-19 entre las 275.000 enfermeras y enfermeros en activo que trabajan en centros sanitarios, públicos y privados, de toda España. Los resultados conforman una radiografía fiable, rigurosa y completa de la situación emocional y profesional en el sector”. El trabajo demográfico ha sido desarrollado por el Consejo General de Enfermería de España en coordinación con el resto de la Organización Colegial al completo (Colegios provinciales y Consejos Autonómicos). Se ha pedido la participación a través de mensajes y un emailing personalizado realizado a la base de datos de los colegiados y colegiadas y el trabajo demoscópico ha estado supervisado por los expertos del Instituto Análisis e Investigación.
“Presión asistencial”
“España sufre un déficit crónico de enfermeras que pone en peligro el sistema sanitario y el bienestar de una sociedad cada vez más envejecida y aquejada de enfermedades crónicas, unos ciudadanos con una creciente necesidad de cuidados. De verdad, no podemos seguir maltratando a una profesión fundamental para la salud de la población y para el futuro de la sostenibilidad del sistema sanitario, ni mantener con un número de profesionales que está a años luz de las necesidades asistenciales de la profesión, no podemos estar tan alejados de países de nuestro entorno y nivel socioeconómico como Reino Unido o Francia”, ha añadido.
Principales conclusiones
- La pandemia ha tenido efectos demoledores en la salud de las enfermeras: la incidencia de contagios multiplica por 2,3 la general; un tercio ha sufrido depresión; 6 de cada 10 insomnio; y algo más de dos terceras partes, episodios graves de ansiedad (67,5%).
- Aseguran que para poder prestar una asistencia adecuada es necesario doblar el número de profesionales en plantilla y califican su situación como insostenible: casi la mitad (46.5%) se ha planteado incluso abandonar la profesión y 3 de cada 10 no volverían a estudiar la carrera. El 62.8% de los profesionales que podrían obtener la jubilación, baraja solicitarla, aunque afecte negativamente a sus pensiones.
- Las enfermeras califican con un rotundo suspenso aspectos como la conciliación de la vida familiar (2,97 sobre 10), carga de trabajo (3,35), reconocimiento de la carrera profesional (2,92), salario (3,37) y desarrollo de las especialidades (2,28).
- “Tras los aplausos, la profesión enfermera se siente abandonada y ha perdido la fe en ver resueltos los obstáculos y precariedades que sufre cada día”. Casi el cien por cien (98,7%) ni se siente reconocida por los políticos ni confía en que estos den soluciones y el 91,7% cree necesario movilizarse.