En 2020 se incrementó el uso de medicamentos para patologías como la ansiedad, la depresión o el trastorno del sueño en un 4,8%.
El perfil de prescripción y dispensación de medicamentos ha experimentado importantes cambios durante la pandemia como consecuencia del propio virus, del confinamiento y del cambio en los hábitos de vida asociados. Así se desprende del análisis de los datos de dispensación de medicamentos en farmacia comunitaria con cargo al Sistema Nacional de Salud durante 2020.
Los datos analizados por el Consejo General de Farmacéuticos reflejan que el uso de medicamentos analgésicos, para el sistema respiratorio y nervioso, se incrementó en 2020 de manera significativa durante la primera fase de confinamiento al inicio de la pandemia, además otros fármacos relacionados con la COVID-19 también sufrieron importantes cambios.
En este sentido destaca por encima del resto un incremento en el uso de medicamentos para el sistema nervioso – para patologías como ansiedad, depresión o trastorno del sueño – de más del doble respecto a 2019, con un 4,8% de aumento en 2020 frente al año anterior con apenas un 2%, reflejo de la crisis sanitaria y económica que atravesamos. Los expertos subrayan que durante el primer confinamiento se llegó a aumentos de entre un 10 y 15%, reflejo del impacto emocional que tuvo la COVID-19 tanto en la población general, como en los pacientes afectados o los propios profesionales sanitarios. El incremento anual en el grupo específico de medicamentos ansiolíticos, fue de más del 5%, y el de los sedantes más de 4%, comparando datos de 2020 y 2019.
Por otra parte, grupos de fármacos como los corticoides sistémicos o los antibióticos de tipo macrólido, han registrado descensos del 12% y del 19%, respectivamente en su dispensación en farmacias con cargo al Sistema Nacional de Salud. Según los especialistas, este hecho puede haberse producido por la utilización controlada que de estos medicamentos se ha venido realizando, focalizando su utilización en los pacientes afectados por COVID-19 y en algunos casos formando parte de ensayos clínicos que se han llevado a cabo con diferentes tratamientos farmacológicos. Por todo ello, estos medicamentos han formado parte de los listados calificados como medicamentos esenciales por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), categoría que obligaba a tener un control especial de los mismos.
Seguimiento y control
Con el fin de garantizar la disponibilidad de medicamentos durante la pandemia desde el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos de la Organización Farmacéutica Colegial (CISMED) se ha venido haciendo seguimiento de los incrementos en el uso de todos estos grupos de medicamentos, información que se ha compartido con la AEMPS para prevenir posibles problemas de suministro. En este sentido, por ejemplo, ante el incremento significativo en la demanda de hidroxicloroquina, empleada inicialmente para el tratamiento de la COVID-19, y ante una posible dificultad de acceso para los pacientes que ya estaban en tratamiento con este medicamento por enfermedades crónicas como lupus o artritis reumatoide, se solventó con un procedimiento de distribución controlada en farmacias que se llevó a cabo desde la AEMPS, en colaboración de Organización Farmacéutica Colegial.
“La información generada por CISMED y la actuación responsable y coordinada con la AEMPS, la Industria y la Distribución ha contribuido a garantizar un correcto suministro en todas las fases de esta crisis sanitaria”, afirman desde esta institución.
Cooperación internacional
Por otro lado, el Consejo General de Farmacéuticos de España, la Orden de Farmacéuticos de Francia, la Asociación Nacional de Farmacias de Portugal y la Federación de Farmacéuticos Titulares de Italia han consensuado aspectos básicos para facilitar la cooperación internacional a través del intercambio de información sobre desabastecimientos de medicamentos a nivel europeo. El proyecto ha sido financiado por la Comisión Europea en el marco del programa Digital Health Europe y se ha basado en el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (CISMED), sistema implantado en las farmacias españolas y desarrollado por Organización Farmacéutica Colegial – Colegios, Consejos Autonómicos y Consejo General.
El objetivo de esta iniciativa que se ha desarrollado a lo largo de 2020, ha sido presentar CISMED como práctica innovadora y explorar la viabilidad y la utilidad de intercambiar información comparable sobre desabastecimientos a nivel supranacional. Las instituciones participantes han trabajado para salvar los retos existentes como son la ausencia de una identificación unívoca armonizada del medicamento en Europa, la falta de un protocolo común de notificación así como las diferentes definiciones nacionales de desabastecimiento de medicamentos, que normalmente no recogen parámetros que permitan cuantificar el problema de suministro.