La importancia de la farmacia comunitaria en nuestro país a la hora de vigilar la adherencia a los tratamientos prescritos para salud mental ha llevado al Consejo General de Colegios Oficiales Farmacéuticos a presentar un informe sobre esta materia en el I Foro del Consejo Asesor Social.
Los problemas de salud mental están cada día más presentes en la sociedad española. En 2030 será la principal causa de pérdida de años de vida saludable. Es raro que una persona no conozca a alguien que tenga prescrito un tratamiento para controlar su ansiedad, insomnio u otros trastornos diagnosticados. El aumento de casos y la dificultad para adherirse al tratamiento ha llevado al Consejo General de Colegios Oficiales Farmacéuticos a elaborar un informe sobre salud mental.
Con este informe, el órgano farmacéutico ha querido mostrar a la sociedad una radiografía de la salud mental a nivel nacional, incluyendo sendos estudios que permitan tomar la temperatura y abordar la actual situación del ámbito psicológico y psiquiátrico.
“El objeto de este documento no es dar sendas cifras de la salud mental en España, sino destacar distintas informaciones para sacar conclusiones y formar un decálogo que nos permita a los farmacéuticos seguir acompañando al paciente de salud mental”, explica Laura Martín, farmacéutica del Consejo General que ha participado en el estudio.
El farmacéutico, el gran aliado de los pacientes
En muchas ocasiones cuando una persona es diagnosticada de un problema de salud mental debe acudir a una farmacia para poder adquirir el tratamiento que le ayudará a mejorar su situación. El momento en el que está recogiendo su medicación es muy importante para los farmacéuticos, ya que a partir de ahí comienza un acompañamiento que le permitirá pedir ayuda en cualquier momento al profesional de la cruz verde.
Para evitar estas situaciones y mejorar la atención en salud mental, los farmacéuticos han elaborado un decálogo con el que quieren contribuir a mejorar la salud mental en la sociedad española. A través del fomento de modelos colaborativos entre administraciones públicas y la farmacia, la formación y capacitación de todos los profesionales, poner el foco en los grupos vulnerables o la reducción de la brecha entre lo rural y lo urbano buscan mejorar la situación actual.
“El potencial de la farmacia en nuestra sociedad está latente. Hay siempre un farmacéutico cerca de ti que está disponible para solucionarte tus dudas y ayudar, pero necesitamos que estemos todavía más integrados en el sistema de salud público y que se facilite una mayor colaboración entre todos”, manifiesta la farmacéutica.
Próximo objetivo: aterrizar el plan en el ámbito local
El próximo paso que dará el Consejo General de Colegios Oficiales Farmacéuticos de España, que vela por el buen funcionamiento y organización de las farmacias del país y ofrece una correcta formación a toda la sociedad en el ámbito del medicamento, es trasladar este decálogo a todos los colegios autonómicos para que, a través de ellos, este decálogo se pueda implantar en todas las farmacias.
La lucha contra la brecha entre lo rural y urbano se centrará en demandar un mayor número de recursos en las zonas campestres, donde hay que recorrerse decenas de kilómetros para poder recurrir a un profesional del ámbito psicológico o psiquiátrico, con el objetivo de frenar esa desigualdad asistencial.
Además, las organizaciones presentes en el Consejo Asesor social también ayudarán a fomentar estas medidas con el objetivo de que la previsión del estado de salud mental en 2030 se revierta.