Los perros de asistencia, poco conocidos en España, mejoran la calidad de vida de personas como Begoña Izquierdo, presidenta y fundadora de la Asociación Dar Vida. Begoña sufre diferentes patologías derivadas de un tumor cerebral, y Paul, su compañero peludo, le ayuda y acompaña en su día a día.
La lucha de Begoña empezó en el 2009 cuando le detectaron un tumor cerebral. Desde entonces, y a pesar de todas las patologías derivadas que ha ido desarrollado, no ha dejado de luchar por conseguir una mejor calidad de vida para ella, y para el resto de personas con diversidad funcional.
“Un día estaba en casa, y de repente me desperté tendida en el suelo. Había perdido el conocimiento. Fui con mi marido a urgencias, y me dijeron que habría sido un tema de tensión, porque además me dolía la cabeza”, explica Begoña.
Tras insistir repetidamente, consiguió que le hiciesen una resonancia magnética, y fue entonces cuando descubrieron que tenía un tumor cerebral. En su hospital de referencia vieron que la cirugía era complicada y que allí no le podían operar, por lo que se pusieron directamente en contacto con el Hospital de La Paz.
“Me operaron en el 2010. Fue una operación muy larga en la que intervinieron dos equipos. Era complicada porque el tumor estaba muy mal ubicado. De la primera operación salí sorda, ciega y sin poder andar. Estuve muchos meses haciendo rehabilitación en el hospital. En ese entonces mis hijas eran muy pequeñas, y después de esto he tenido otras 15 operaciones, a cada cual más agresiva”.
“Todo esto derivó en una Hidrocefalia y también padezco Ataxia, que es una enfermedad rara. El lado derecho es el que tengo afectado porque es donde estaba el tumor. La Ataxia dificulta el habla y tienes problemas de movilidad y coordinación porque no te llega bien la orden al cerebro. Es una enfermedad degenerativa y progresiva, vas perdiendo fuerza. No hay tratamiento, ni se está investigando porque en los 50 años que lleva La Paz de aniversario, el único caso que se han encontrado es el mío”, continúa Izquierdo.
Hace un año le detectaron también fibromialgia. Necesitaba apoyarse sobre unas muletas por su falta de equilibrio, pero esto le provocaba otras dolencias en el cuello, los codos, las muñecas, etc. Por eso, su neurocirujano le sugirió otra solución.
“Los médicos nos dan vida, y los perros también”
Cuando llegó al Hospital y contó que en la ONCE le habían negado la posibilidad de un perro de asistencia, le propusieron crear la Asociación Dar Vida. Su coraje y empeño le llevaron a fundar la Asociación desde la que ayudan a personas con diversidad funcional a través de diferentes talleres, terapias y asistencias.
“Al ser pionera en tener un perro de asistencia he tenido muchos problemas en mi día a día, por ejemplo, para acceder a cualquier espacio, tanto público como privado. Me gustaría dar visibilidad a la labor que realizan estos perros porque me han llegado a negar la entrada a algunos sitios. Se creen que Paul es un perro de compañía. Para tenerlo acreditado me tuve que poner en contacto directamente con altos cargos del Ayuntamiento de Madrid”.
“Paul para mí lo es todo, le admiro”
Sin embargo, Paul es mucho más que un perro de compañía para Begoña. Es su compañero y además el encargado de hacer más fácil su día a día. “Suple todas las carencias que yo tengo. Por ejemplo, me mareo mucho a causa de la Hidrocefalia, y Paul me recoge todas las cosas del suelo y me las acerca. Al ser sorda de un oído, sensorialmente no me oriento bien, así que él me avisa de la fuente del sonido, si suena el timbre de casa o si es el móvil. En la calle me avisa de todos los obstáculos, escalones, farolas, bordillos, etc.”
“Gracias a mi querido compañero peludo tengo mejor calidad de vida. Le admiro. Sé que a veces podrá estar cansado, o querrá quedarse en casa, pero siempre está sonriendo para mí, siempre está acompañándome en el hospital, me hace salir adelante. Los beneficios que nos aportan son innumerables”.
Buscando darles una mayor visibilidad a los perros de asistencia, un día Begoña se puso en contacto con Lady Isabel a través de las redes sociales, y tras conversar con su madre, decidieron que la diseñadora crease un peto para Paul. Antonio Ramos fue el encargado de confeccionarlo.
“Hemos avanzado, pero queda mucho por hacer”
“Con paciencia y mucho trabajo, hemos conseguido que una persona muy generosa e involucrada, nos ceda un terreno en Tamajón, en un entorno rural muy bonito para que tengamos allí a los perros y les podamos preparar. Es un espacio alejado de los ruidos y para los niños con autismo o personas como yo con acúfenos, es maravilloso”.
Además, cuentan con la ayuda de Air Europa, que aparte de realizar alguna aportación económica, les ha donado una escalera de avión para que puedan preparar a los perros y se han ofrecido a ayudarles a preparar el centro de Tamajón.
“No puedo estar más feliz de haber cumplido el sueño de haber fundado la Asociación arriba mencionada. A veces pensamos que los sueños son algo imposibles, pero la verdad que si ponemos nuestras ganas, y enfocamos nuestra mente y corazón, cualquier propósito se puede lograr. Creer es poder”, concluye.