Este malagueño de 38 años de edad es el primer licenciado europeo con síndrome de Down. Como ‘embajador’ de la Fundación Adecco, afirma que “las empresas y la sociedad salen ganando cuando se normaliza la discapacidad”.
Pablo Pineda lleva 38 años, la edad que tiene, rompiendo barreras. Ha luchado contra todos los estereotipos y etiquetas sociales y es una referencia social al ser el primer licenciado europeo con síndrome de Down.
Desde su condición de ‘embajador’ de la Fundación Adecco lucha cada día por seguir derribando muros invisibles para normalizar la discapacidad en la sociedad.
“La discapacidad es una característica más de la persona, como ser alto, bajo, tímido, rubio, pero no la define. Marcar a alguien por su discapacidad es ponerle una dificultad extra; supone tener que luchar contra prejuicios y demostrar constantemente tu valía cuando al resto no se les exige”, afirma el malacitano, a la sazón actor casual en el film “Yo, también”.
En su opinión, “la discapacidad no impide tener una vida muy completa, con sentimientos y capacidades comparables a las de cualquier otra persona y, sin embargo, la gente ve antes la discapacidad que la persona”.
Cambiar la mentalidad empresarial
En el ámbito laboral, incide en la importancia de cambiar la mentalidad de los empresarios y empleadores para que apuesten por el talento de sus candidatos y no se dejen llevar por prejuicios e ideas obsoletas.
“El problema es que hay muchas personas con discapacidad a las que no se les llega a dar la oportunidad de demostrar su potencial. No pedimos un trato de favor, sino la oportunidad de demostrar nuestro talento”, añade.
Pineda ha hecho estas declaraciones con motivo de la jornada organizada por la Fundación Adecco y Cash Lepe para hablar de las barreras sociales con las que se encuentran las personas con discapacidad.
El objetivo de esta iniciativa es promover la inclusión laboral de personas con discapacidad y la su normalización en todos los ámbitos de la convivencia, en concreto, en esta ocasión, en esta cadena de supermercados.
Según José Antonio Payán, coordinador regional de la Fundación Adecco en Andalucía Occidental, “el ejemplo de Pablo Pineda es una evidencia de que tener una discapacidad no impide llegar a donde te propongas. Pero eso ha sido posible gracias a que hubo gente que apostó por él. Nosotros tenemos que conseguir que la sociedad deje de lado las etiquetas y todo el mundo tenga las mismas oportunidades para cumplir sus metas”.
Para Mabel Díaz Orta, consejera delegada de Cash Lepe, “en Cash Lepe hemos querido contar con Pablo para que su mensaje llegue a todos los empleados de la empresa. Es necesario que la sociedad normalice la presencia de personas con discapacidad en cualquier ámbito y nosotros nos hemos comprometido con ello”.