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¿Sabes lo que es la disfemia?

Rosa María Cabello Gaya, especialista en Lingüística, ahonda en este interesante artículo en este desorden en la fluidez verbal que provoca la incoordinación de los mecanismos del habla.

Soy lingüista, o al menos un proyecto en construcción desde hace algunos años.

Pero ¿qué es ser lingüista? Ser lingüista implica el estudio del lenguaje humano, de las lenguas naturales y de su gramática, es ciencia; no es nada sencillo, ya que la Lingüística tiene múltiples aplicaciones como pueden ser la Lingüística Computacional, la Lingüística Forense o las más conocidas como son la docencia de español para extranjeros o en la enseñanza secundaria.

Pero hoy quiero adentrarme en una aplicación poco conocida, que se encuentra entre las sombras y oculta tras otras disciplinas como es la Logopedia, estoy hablando de la Lingüística Clínica que aplica las teorías lingüísticas al estudio de los trastornos del lenguaje, el habla y la comunicación; creemos que la facultad del lenguaje es homogénea a todos los hablantes, pero la realidad es bien distinta, es heterogénea y estos trastornos representan el límite de la diversidad lingüística.

¿Y si hablamos de la disfemia? ¿No sabes a qué me estoy refiriendo? Es un desorden en la fluidez verbal, ocasionado por la incoordinación de los mecanismos del habla y que con en muchas ocasiones se acompaña de tensión muscular, ansiedad o fobia al hablar. ¿Sabes ya qué trastorno es? Sí, estoy haciendo relación a la tartamudez, pero intentaré no utilizar este término, porque conlleva connotaciones negativas.

Puede que te preguntes que tiene que ver la disfemia con el ámbito de la Lingüística, y es que en la sintomatología encontramos repeticiones o prolongaciones de sonidos o sílabas, bloqueos al inicio de palabra o pausas a mitad de esta y muletillas. Así que podríamos catalogar este trastorno dentro de la categoría de trastornos del habla porque presenta dificultades a la hora de articular y producir los sonidos con fluidez, afectando también a la comunicación.

Es muy importante la actitud del entorno, por ello no se les puede someter a situaciones de ansiedad e intentando crear un clima relajado en el que no nos anticipemos cuando está intentando terminar o empezar una palabra. Es tu turno, ¿cómo actuarías ante una persona con disfemia?

 

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