Icono del sitio Vidas Insuperables

Sentir el arte con un antifaz

El Museo Tiflológico de la ONCE, con sede en Madrid, ha puesto en marcha el programa práctico “Sintiendo el arte”, con el objetivo de que cualquier persona pueda tocar el arte como lo hacen las personas con discapacidad visual y conozcan las dificultades que tienen para ello.

Tomar conciencia de las dificultades que tienen las personas con discapacidad visual para disfrutar de una obra de arte o de un edificio histórico cuando están delante de él. Con este objetivo el Museo Tiflológico de la ONCE, con sede en Madrid, ha puesto en marcha el programa práctico “Sintiendo el arte”.

Con esta iniciativa, los asistentes aprenden diferentes recursos y metodologías para enseñar a salvar esos obstáculos, para que las personas ciegas puedan construir sus imágenes mentales ayudadas por el tacto, el oído, el gusto o el olfato. Se pretende demostrar que las personas ciegas pueden disfrutar del arte como las que ven, según la Fundación ONCE.

En ese contexto, un grupo de 18 alumnos del Grado de Historia del Arte de la Universidad de Castilla-La Mancha (Campus de Ciudad Real), han disfrutado del arte tal como lo hacen las personas ciegas: con las manos.

Con un antifaz han recorrido las salas del Museo tocando algunas de las maquetas que se exponen en él, así como esculturas realizadas por personas con o sin discapacidad visual.

Las Cuevas de Altamira o el Partenón

Las maquetas de monumentos son buenas herramientas para transmitir conceptos a las personas ciegas y con discapacidad visual grave. Las que se exhiben en el Museo Tiflológico están diseñadas para facilitar la lectura táctil de sus contenidos, lo que influye en la elección de los materiales y en las dimensiones.

Las Cuevas de Altamira, la Dama de Elche, el Acueducto de Segovia, la Alhambra o la Puerta de Alcalá están entre los monumentos nacionales que se pueden tocar. Entre los internacionales, el Partenón, El Coliseo, la Estatua de la Libertad, la Torre de Pisa, la Torre Eiffel, o el Taj Mahal.

El Museo Tiflológico es un espacio accesible a todos los públicos, donde se emplean, como canales de entrada de la información, el tacto y el oído, junto al tradicional de la vista.

En sus salas se muestran cuatro colecciones: la de maquetas de monumentos arquitectónicos, la de obras de artistas con discapacidad visual grave, la de material tiflológico y la de libros en braille y otros sistemas de escritura anteriores a la creación de la ONCE.

Balizas inteligentes

Se inauguró el 14 de diciembre de 1992 y es un lugar concebido para que sus visitantes puedan ver y tocar las piezas expuestas, aunque lo que realmente lo hace original y único es el hecho de ser un museo que nace por decisión de sus usuarios y diseñado por éstos a la medida de sus necesidades.

Las obras expuestas cuentan con los títulos en Braille, y están provistas de códigos QR, con información accesible a personas con ceguera o discapacidad visual a través de teléfonos móviles. Además, cuentan con beepcons, balizas inteligentes de guiado diseñadas para facilitar a las personas con discapacidad visual la identificación y localización de objetos cercanos, mediante una aplicación móvil.

Esta herramienta, desarrollada por ILUNION Tecnología y Accesibilidad, hace llegar a la persona con discapacidad visual información sobre un punto concreto del edificio o sobre las obras expuestas, pudiéndolas localizar fácilmente a través de un sonido.

 

 

Salir de la versión móvil