El madrileño barrio de Carabanchel acoge en la Sala Tarambana el primer Centro Inclusivo de Artes Múltiples. Vidas Insuperables se adentra en una iniciativa que utiliza el arte como instrumento de inclusión para personas con o sin discapacidad.
Las tablas como medio de inclusión. La escena como integración de las personas con y sin discapacidad. Actrices, actores, directores, guionistas y productores trabajando delante y detrás de la tramoya para conseguir, a través de las artes escénicas, crear huella social.
La Sala Tarambana, en el distrito de Carabanchel, en Madrid, se ha lanzado a abrir el Centro Inclusivo de Artes Múltiples, que se convertirá en el primer Centro de Arte Inclusivo de Madrid. El ambicioso proyecto pretende abarcar todas las artes, teatro, danza, pintura, música o canto, para convertirlas en un instrumento de inclusión.
Aunque esta iniciativa busca abordar todas estas disciplinas en un futuro, el teatro será su punto de partida. En concreto, se estrenará con la creación de la Escuela de Teatro Brut, a cargo de Manu Medina, académico de las Artes Escénicas con una amplia trayectoria, director de teatro y Técnico Superior en Integración Social.
Este proyecto surge con el apoyo y experiencia de la Compañía de Teatro Tarambana que comenzó su recorrido en el año 1999. A partir del año 2004 inauguraron un espacio propio, la Sala Tarambana, donde muestran sus producciones, así como la de otras compañías nacionales e internacionales.
Una de las premisas de este espacio de creación es el interés por la inclusión de las personas con discapacidad. “Hace años que venimos trabajando con compañías que cuentan con personas con diversas capacidades. Una de ellas fue Contando Hormigas de Ignacio Calvache. Una compañía que trabaja con gente con discapacidad visual y con gente sin discapacidad”, apunta Nacho Bonacho, director de la sala.
A partir de esa experiencia, crearon en 2016 el Festival Visibles, uno de los más actuales y necesarios eventos de inclusión que tienen lugar en Madrid. Incluye propuestas de todas las artes, con el objetivo de dar cabida y posibilidades a colectivos desfavorecidos con propuestas artísticas dentro de un marco escénico, promover el papel relevante de las Artes Escénicas como vehículo de integración social, y empoderar a las personas con discapacidad para que participen en formas inclusivas.
Tras esto, la creación del Centro Inclusivo De Artes Múltiples en la Sala Tarambana ha sido un proceso natural. “Todo el equipo profesional que vamos a llevar la escuela tenemos una doble formación, artística y social. Es necesario contar con unas cualidades y unas habilidades muy concretas para que la formación sea de calidad”, explica Cristo Barbuzano, licenciada en Arte Dramático y Diplomada en Trabajo Social.
Durante el curso 2018/2019, se trabajará bajo la metodología del Teatro Brut. Medina fue quien acuñó por primera vez el concepto de Teatro Brut y tiene publicado el libro pedagógico Teatro y… ¿Discapacidad? – Teatro Brut- Teatro genuino, basado en su experiencia en el campo de la inclusión y el arte como vía para ella.
Según el director de la escuela, “el Teatro Brut busca su razón de ser en la neurociencia y, en particular, la Neuroestética”. Es el acto de acompañar al actor en busca de su expresión artística, dándole plena libertad y ofreciéndole medios pedagógicos para reconocer y ampliar sus capacidades, son ello, atrapamos la inspiración artística y convertirla en procedimientos metodológicos para arte teatral, tanto para personas con o sin discapacidad.
“El teatro brut me lo he ido encontrando en la vida. Nosotros vamos hacia las capacidades del individuo, olvidamos de qué carecen. El teatro brut lo que hace es sacar de ti tu mejor tú. Todos somos únicos, eso de que todos somos iguales es una falacia, no sé para qué se creó. Como únicos tenemos que practicar. Busquemos que podemos aportarle al mundo, no busquemos enseñarle lo que carecemos, sino aquello en lo que somos buenos. Descubramos en nosotros qué capacidades tenemos, y no de las que carecemos”.
En la escuela habrá diversas modalidades de cursos, interpretación infantil y para adultos, y formación de monitores de teatro inclusivo. Todas ellas están dirigidas a cualquier persona con discapacidad o sin ella, que quiera dedicarse o se dedique al mundo de las Artes, así como a la Diversidad e Inclusión Social. “El curso de monitor es vital para nosotros porque no hay una formación específica de ello hasta ahora. Es una opción laboral que va a salir de esta escuela además de grandes actores y actrices”, apunta Barbuzano.
Además se incluye la Escuela de Padres y Madres, un espacio paralelo para trabajar con un enfoque activo, participativo, de reflexión, de juego y con nuevas formas de relación y de comprensión, que se adapten a circunstancias especiales que refuercen las potencialidades. Esta formación será impartida por la pedagoga Pilar Rodríguez y se realizará en horario paralelo al de formación en Interpretación, especialmente para niños/as y adultos/as con diversidad, aunque pueden participar todas las personas que lo deseen.
“El ser humano tiene un valor concreto. Los conocimientos y las habilidades suman, pero lo que multiplica es la actitud que tenemos con respecto a la vida. Por lo tanto, tengamos una actitud abierta al mundo, porque el mundo es amplio, y diverso”, concluye Medina.