La teleasistencia domiciliaria privada, una solución para personas mayores de 65 años, enfermos crónicos o convalecientes, personas con discapacidad o mujeres embarazadas, que son especialmente vulnerables a la soledad y al impacto social de la pandemia.
Algo similar ocurre con otra patología neurodegenerativa, ya que cada día son más las personas que padecen Párkinson, la enfermedad invisible que en España afecta al menos a 160.000 personas. Y de ellas, una de cada cien mayores de 60 años tiene esta enfermedad calificada como, crónica o progresiva, según la Federación Española de Párkinson. Personas en ambas enfermedades que, en muchos casos, hacen de su hogar casi su único espacio vital.
Si a esto unimos que más de 1,8 millones de personas con movilidad reducida (74%) precisan de ayuda para salir de sus casas y alrededor de 100.000 personas (un 4%) que no disponen de esta ayuda no lo hacen nunca, según la Fundación Mutua de Propietarios en colaboración con la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), es evidente que cada vez cobra mayor importancia la teleasistencia domiciliaria privada.
Teleasistencia para combatir la soledad
Un estudio que alerta sobre estas situaciones indeseadas, máxime en un periodo actual muy complejo por el coronavirus, en el que colectivos como personas mayores de 65 años, enfermos crónicos o convalecientes, personas con discapacidad o mujeres embarazadas, son especialmente vulnerables a la soledad y el impacto social de la pandemia.
Una modalidad de asistencia que ofrece atención continua e inmediata para el día a día y ante cualquier situación de peligro o inseguridad: caídas, accidentes, infartos o incendios, circunstancias en las que los usuarios pueden pulsar el botón SOS para emergencias que avisa de forma directa al Centro de Atención.
En ese sentido, con una instalación rápida y sencilla, el usuario está permanentemente conectado con ese Centro de Atención, profesionales con los que se puede comunicar directamente ante cualquier eventualidad pulsando el botón del colgante o pulsera para que se ponga en marcha de manera inmediata la ayuda necesaria.