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Tres de cada cuatro mayores en residencias tienen al menos tres patologías

El Consejo de Farmacéuticos y Edad&Vida presentan el primer Manual de Asistencia Farmacéutica en Centros Residenciales, con el fin de contribuir a mejorar la salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas mayores en centros residenciales, la gran mayoría polimedicadas y con alto riesgo de efectos adversos.

El Consejo General de Colegios de Farmacéuticos y la Fundación Edad&Vida han presentado el primer manual de Asistencia Farmacéutica en Centros Residenciales para Personas Mayores. El documento, que es pionero en nuestro país, ha sido elaborado por un grupo de expertos de los sectores farmacéutico y residencial con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de la asistencia y el seguimiento de los tratamientos farmacológicos en residencias.

El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, ha manifestado que “la pandemia ha evidenciado todavía más los grandes desafíos de la Sanidad. Tenemos el deber y la oportunidad de reforzar el sistema sanitario y sociosanitario, respondiendo a los grandes retos: cronicidad, dependencia, despoblación, envejecimiento o digitalización. Con este objetivo nace este manual que pretende ser una guía para aquellos farmacéuticos que tienen actividad y responsabilidades en centros residenciales”.

Por su parte, el presidente de Edad&Vida, Joaquim Borràs, ha destacado que “se trata de un paso muy importante para avanzar en la mejora de la asistencia farmacéutica en los centros residenciales, puesto que más del 75% de las personas institucionalizadas tienen al menos tres diagnósticos activos, el 66% toma más de siete medicamentos cada día, y el 45% está en una situación de dependencia total. Por ello, es fundamental que haya un correcto seguimiento de los tratamientos farmacológicos para mejorar la calidad de vida de los mayores”.

Y es que, el envejecimiento de la población, el incremento de la cronicidad, la pluripatología y las situaciones de dependencia tienen una incidencia directa en el perfil de las personas que están siendo atendidas en los centros residenciales en España. Un colectivo que seguirá creciendo en los próximos años debido al aumento de la esperanza de vida.

Desde el punto de vista del medicamento, la gran mayoría de personas que viven en residencias son personas polimedicadas y con un mayor riesgo de efectos adversos, complicaciones en la farmacoterapia -muchas veces asociada a la hospitalización-, morbilidad, mortalidad, y descenso de la calidad de vida. Por ello es imprescindible la labor sanitaria del farmacéutico como responsable de esta área en el equipo asistencial de cualquier centro residencial.

Manuel imprescindible

Para Eugeni Sedano, presidente del Consejo Asesor de la Fundación Edad&Vida y vocal nacional de Industria del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, “este manual responde a un doble objetivo: analizar las necesidades de asistencia farmacéutica en función del perfil de las personas atendidas, y elaborar una guía sobre las actividades de asistencia farmacéutica que permitan estandarizar, con criterios de calidad, la actuación profesional del farmacéutico en estos centros”, ha señalado Sedano.

Este pionero documento ha sido elaborado de forma colaborativa por farmacéuticos comunitarios vinculados a centros residenciales junto a responsables asistenciales y de farmacia de centros residenciales. A partir de un análisis actual, se definen las funciones del farmacéutico como miembro del equipo asistencial, entorno a los productos sanitarios y dietoterapéuticos, así como en la gestión de los depósitos de medicamentos. Según Sedano, “el documento es una guía para abordar una asistencia farmacéutica de máxima calidad, que redunde en la mejora de la salud, en el bienestar y en la calidad de vida de las personas institucionalizadas”.

Según Jordi Casas, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, “es imprescindible la incorporación del farmacéutico dentro del equipo asistencial y contribuir, de este modo, a la mejora de la atención farmacéutica prestada a personas institucionalizadas. En este sentido, esta guía es un documento marco que establece las líneas generales de actuación, no obstante, es necesario la adaptación normativa a cada territorio y la adecuación a la realidad de los diferentes centros residenciales”.

En la misma línea, Fini Pérez, directora del departamento técnico asistencial de DomusVi, ha señalado que “los centros residenciales para personas mayores deben reconocerse como un nuevo nivel asistencial diferenciado de la primaria y hospitalaria, dotados con los recursos estructurales, materiales y humanos necesarios. Esto incluye un ejercicio dentro de las organizaciones donde se debe valorar incorporar la figura del farmacéutico al equipo asistencial multidisciplinar de cada centro, como responsable del área de medicamentos, productos sanitarios y dietoterápicos. Está demostrado que esta figura mejora la calidad de vida de los residentes, y ésta es la finalidad de nuestras organizaciones. Con el Manual presentado hoy se establecen las bases para seguir mejorando la atención a personas institucionalizadas y, por lo tanto, su salud, bienestar y calidad de vida”.

Ahorro de costes

Por otra parte, la coordinación en la dispensación de medicamentos del ámbito hospitalario con las farmacias comunitarias ahorra costes al sistema sanitario y a los pacientes. Así se desprende claramente de un estudio del Consejo General de Colegios Farmacéuticos y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria, que se ha publicado en la revista Global & Regional Health Technology Assessment. Los datos reflejan que solo en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla se generó un ahorro de 30.205 euros al evitar la realización de envíos por mensajería y desde la perspectiva social, para los pacientes, la iniciativa supuso un ahorro de 23.309 euros, gracias a los desplazamientos (8.907 euros) y las pérdidas de productividad evitados (14.402 euros).

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