Nueve de cada 10 núcleos familiares ha recortado gastos durante el último año. El impacto de la inflación en la pobreza es más rápido que el shock de la pandemia, según la ONU. Los hogares con personas con discapacidad son grandes perjudicados.
Las familias con personas con discapacidad se blindan ante la inflación: 9 de cada 10 ha recortado gastos durante el último año y un 33% ya no llega a fin de mes. Esta es la principal conclusión del informe sobre Discapacidad y Familia que ha dado a conocer la Fundación Adecco.
Este hecho, unido a la incertidumbre y al proceso inflacionista, provoca que un 33% de las unidades familiares con personas con discapacidad no llegue a fin de mes y un 43,7% encuentre algún grado de dificultad para hacerlo.
Además, 9 de cada 10 ha recortado gastos en el último año, y un 57,8% ya no tiene capacidad de ahorro. En esta línea, un 45% declara no poder afrontar gastos imprevistos y un 30% teme no poder mantener gastos vinculados a la discapacidad (terapias, asistencia, etc.) durante el próximo ejercicio.
Los tratamientos medicamentos y terapias, junto con las ayudas técnicas y productos de apoyo son los gastos vinculados a la discapacidad que más les cuesta cubrir a estas familias.
Salario inferior
El empleo es el principal instrumento para que las personas con discapacidad puedan ser independientes y reducir la sobrecarga económica de las unidades familiares. Y si bien más de la mitad de las personas con discapacidad en edad laboral (52%) tiene que recurrir a ayuda económica de su familia para salir adelante, el porcentaje se reduce al 30% en el caso de las personas con empleo. En este punto, hay que tener en cuenta que el salario medio entre las personas con discapacidad sigue siendo inferior al del resto de la población, situándose en 13,7 euros, frente a los 15,9 euros registrados a nivel general.