1 de cada 2 personas adultas con discapacidad intelectual tuteladas está por debajo del umbral de la pobreza
Según un estudio de AEFT, el 15 por ciento de este colectivo no tiene ocupación alguna, mientras que el 10 por ciento han sufrido situaciones de abuso o violencia.
La Asociación Española de Fundaciones Tutelares (AEFT) ha publicado su tercer Estudio sobre la situación de la tutela en España, que profundiza en el perfil de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo apoyadas.
Este análisis hace una radiografía de la población apoyada por estas entidades y concluye, entre otras cuestiones, que el 47% se encuentra por debajo del umbral de la pobreza o en situación de pobreza relativa, lo que dificulta aún más el acceso a derechos como el de elegir su lugar de residencia, contar con los apoyos que precisen para ello y ser, así, parte de la comunidad en igualdad de condiciones que los demás.
Otro de los datos que destaca el estudio es que, «pese a que una amplia mayoría está en Centros Especiales de Empleo y que ha habido un aumento del porcentaje de personas que cuentan con un empleo ordinario, vemos cómo un 15% de las personas que apoyamos no tiene ninguna ocupación», destaca Irene Yepes, directora de la AEFT.
Por otro lado, y aunque se evidencia un incremento en el número de personas que viven de forma independiente, «la mayoría de las personas que apoyamos están institucionalizadas. Esta situación puede responder a la falta o imposibilidad de acceso a otros recursos, a situaciones sobrevenidas o a una decisión tomada por la propia persona. Debemos indagar en el motivo y trabajar para ofrecer oportunidades a quienes desean vivir en otro tipo de hogar», explica Yepes.
Violencia de género
Asimismo, se recoge por primera vez en el estudio la cifra de personas apoyadas por estas entidades que han sufrido situaciones de abuso o violencia, alcanzando un 10% de su población, cifra que incluye la violencia de género. Esta situación ha motivado, entre otras cosas, la creación de un Observatorio de Derechos para detectar casos de abuso o violencia y poder darles respuesta de manera eficaz entre toda la red», explica la directora de la AEFT.