Ansiedad, la huella de la pandemia
El consumo de ansiolíticos sedantes e hipnóticos subió en 2020 un 4,5% con respecto al año anterior y casi el 10% con respecto a hace una década. Los farmacéuticos y Cinfa han puesto en marcha una acción de prevención en la falta de adherencia a los tratamientos en pacientes con ansiedad o depresión.
Un estudio publicado en la revista The Lancet estima que los casos de depresión mayor y trastorno de ansiedad en el mundo han aumentado durante la pandemia un 28% y un 26%, respectivamente. Estos datos revelan en 2020 se produjeron 53 millones de trastornos depresivos y 76 millones de diagnósticos de ansiedad más de los esperables, con mayor incidencia en mujeres y jóvenes.
En España, según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, el consumo de ansiolíticos sedantes e hipnóticos subió en 2020 a 91 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, lo que supone un incremento del 4,5% con respecto al año anterior y de casi el 10% con respecto a hace una década.
No obstante, en un elevado porcentaje de pacientes diagnosticados y con tratamiento farmacológico prescrito existe una deficiente adherencia que se debe a diversos motivos, como la falta de conciencia de la enfermedad, la tendencia a relacionar los síntomas con causas ajenas al trastorno o el temor a los efectos secundarios. El incumplimiento del tratamiento implica un riesgo de recaída de la enfermedad o de su empeoramiento.
En ese contexto, los farmacéuticos comunitarios tienen un “papel esencial” en la prevención de la adherencia terapéutica de estos pacientes, objetivo principal de la próxima acción del programa HazFarma, denominada Adhvierte, que se desarrollará de enero a junio de 2022.
La iniciativa, que cuenta con la colaboración de Laboratorios Cinfa, se centrará en la prevención de la falta de adherencia en pacientes con ansiedad o depresión en los que se identifica que pueden ser susceptibles de “abandono” del tratamiento por diversas causas.