El Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles se vuelca en la prevención y la detección precoz de las enfermedades renales
La principal consecuencia de la enfermedad renal es el envejecimiento acelerado de órganos vitales, como el corazón y las arterias.
Según el Instituto Nacional de Estadística, la enfermedad renal fue la décimosegunda causa de mortalidad en España en 2022, habiendo aumentado en torno a un 11 por ciento desde el año anterior. Este dato, tal como explica el Dr. Oscar Gómez Martín, director corporativo de Continuidad Asistencial del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, integrado en la red pública madrileña, “es motivo más que suficiente para hacer difusión de las medidas preventivas y de cuidado de los riñones entre toda la población”.
Por ello, con motivo del Día Mundial del Riñón, celebrado hace unos días, el hospital mostoleño participó en la organización de la jornada “Cuidando la salud de tus riñones”. “Esta jornada se enmarca en la línea estratégica de promoción y prevención de la salud, tanto para pacientes enfermos como para aquellos que todavía no padecen ninguna patología, de nuestro hospital -añade el Dr. Gómez-; y, en este caso, ha estado dirigida a la población adulta, incidiendo en que los factores de riesgo son frecuentes pero tratables”.
“Evitar el exceso de sal, hacer ejercicio regularmente, no fumar, tener niveles adecuados de glucosa y tensión arterial o evitar tomar sin control fármacos que pueden dañar los riñones, como los AINEs (antiinflamatorios no esteroideos) son -como explica el Dr. Alberto Ortiz Arduan, especialista en Nefrología e Hipertensión- las indicaciones para prevenir la enfermedad, incluso en personas con predisposición familiar”.
Por otra parte, el hecho de que la enfermedad sea asintomática hace muy necesaria su detección precoz para retrasar su progresión en la medida de lo posible. En ese sentido, la Dra. Soledad Pizarro Sánchez, especialista del Servicio de Nefrología e Hipertensión del Rey Juan Carlos, reconoce que, “en el momento en el que aparecen síntomas, puede que ya sea tarde; de ahí que la prevención y la detección precoz sean las herramientas principales para poder adaptar una terapia a cada caso y aplicarla lo antes posible, dado que no existe ningún tratamiento estándar”.
Conocer y prevenir
A juicio de los especialistas, existe desconocimiento entre la población tanto sobre las funciones clave de los riñones como de las consecuencias de perderlas y tener enfermedad renal; lo que hace que se infravalore la importancia de conservar la función renal. Concretamente, el Dr. Ortiz considera que “muchas personas piensan que la principal consecuencia de la enfermedad renal es que los riñones fallen y que haya que sustituir su función depuradora de la sangre mediante diálisis o trasplante renal (situación en la que se encuentran 65.000 personas en España)”. “Pero la principal consecuencia de la enfermedad renal es un envejecimiento acelerado, debido a la pérdida de funciones, como la producción de Klotho, que no se sustituyen con la diálisis. Este envejecimiento acelerado de órganos vitales, como el corazón y las arterias, se observa ya en las etapas más tempranas de la enfermedad renal, cuando todavía no es necesaria la diálisis. Y en esa situación se encuentran seis millones de españoles”, asevera.
Desde el Servicio de Nefrología e Hipertensión del hospital mostoleño se ofrecen a los pacientes diversas estrategias para favorecer la prevención renal, entre otros, la evaluación de personas con alto riesgo para identificar factores corregibles, como la albuminuria o la disminución de la función renal, o de familiares de personas con enfermedad renal, tratamientos de diversas formas de enfermedad renal por personal especializado en enfermedades glomerulares y autoinmunes, enfermedad renal en la diabetes, la hipertensión o enfermedad renal avanzada.
En este sentido, la Dra. Pizarro añade que el Rey Juan Carlos cuenta con un Programa de Prevención Renal que, mediante Big Data, estudia analíticas de los pacientes que se hayan realizado por otros motivos y detecta cuáles de ellos tienen un descenso rápido de función renal para generar una alarma que permita valorarlos.