“El deporte inclusivo es una de las mejores herramientas que tenemos para educar”
El entrenador del Club Deportivo Ilunion, José Manuel Artacho, invita a Vidas Insuperables a conocer cómo es el día a día de uno de los equipos de baloncesto de silla de ruedas más reconocido en España. Después de haber revalidado el título en la Copa del Rey, buscan otro año más alcanzar el liderato de nuevo en la Liga y en la Copa de Europa.
Quince jugadores que tienen que convivir con su discapacidad, desde lesionados medulares hasta gente con amputaciones, pero con una historia de superación detrás de cada uno de ellos. Es la definición de la plantilla del Club Deportivo Ilunion, el equipo de baloncesto en silla de ruedas que en sus 24 años de vida ha ganado 16 veces la Liga Nacional en División de Honor, 17 la Copa de S. M. El Rey y 3 veces el Campeonato de Europa.
“El CD Ilunion, antes Fundosa ONCE, siempre ha estado ligado al éxito y a ser un referente en la competición en la que participa. Lógicamente ha tenido la ambición de estar en lo más arriba en todas las competiciones y se ha seguido una evolución adecuada para llegar al momento en el que estamos. Mantener ese nivel año tras año es muy complicado, pero la exigencia y la ambición del club queda patente”, explica el entrenador, José Manuel Artacho, que después de 14 años dirigiendo el equipo sigue manteniendo la misma ilusión y tesón que el primer día.
Durante toda la semana los jugadores no pierden tiempo para preparase físicamente y estar en la mejor forma para actuar en la cancha, ya sea en los distintos entrenamientos individuales, en el gimnasio o en los tres encuentros grupales que realizan cada semana en el pabellón del colegio madrileño San Agustín.
“En una ciudad pequeña es fácil verse y hacer cosas juntos. Madrid no permite eso y nosotros tenemos muy poquito tiempo para vernos todos juntos a la semana, ya que tenemos multitud de perfiles en el equipo: jugadores veteranos, profesionales, extranjeros y estudiantes que son los más semiprofesionales”, añade Artacho.
El baloncesto en silla de ruedas, cada vez más profesional
En los últimos años el CD Ilunion ha mantenido su liderato gracias a los numerosos títulos obtenidos en los campeonatos, siendo el último la Copa de S.M. El Rey el pasado 25 de febrero. Sin embargo, cada vez es más difícil optar a ser los campeones debido a la profesionalización de la liga. Según el entrenador, “hay varios equipos que pueden dar sorpresas este año” y prueba de ello es que los primeros títulos de la tabla de la Liga Nacional se la disputan el BSR AMIAB Albacete, el CD Ilunion y Rincón Fertilidad Amivel con tres puntos de diferencia entre cada puesto.
“Actualmente hay 44 jugadores extranjeros en la Liga de División de Honor y eso hace que cada vez sea más competitivo el mundo del baloncesto en silla de ruedas. Los equipos han subido mucho su nivel, lo han reforzado de acuerdo a las exigencias del baloncesto en silla y cada año es más complicado. Hay mucha competencia y hay que hacer las cosas bien para poder optar a todo”.
Sin embargo, esta profesionalización deportiva también ha traído mejoras y beneficios a los jugadores que actualmente pueden dedicarse al deporte sin la necesidad de pluriemplearse, ya que muchos de ellos vienen de fuera de Madrid “y lógicamente les tiene que compensar para poderse dedicar en exclusiva a esto”.
Asimismo, Artacho incide en el apoyo que se hace desde el equipo a los jugadores no sólo a la profesionalización deportiva, sino a la formación en otros campos, con el fin de que el día de mañana tengan un currículum profesional que les permita acceder a otro tipo de trabajos.
El deporte inclusivo, la mejor herramienta
En los nuevos modelos de educación deportiva comienza a vislumbrarse el deporte inclusivo como herramienta para educar y formar a las generaciones venideras, una de las iniciativas que el entrenador cree que son fundamentales para que la inclusión sea una forma de normalizar la convivencia de personas con y sin discapacidad, aunque reconoce que en las competiciones deportivas en etapa escolar es difícil instaurarlo porque la única forma de practicarlo a alto rendimiento es todos sentados en una silla.
“La mejor forma de inclusión es permitir este deporte a toda la gente y a todas las personas que quieran practicarlo como un deporte fantástico y divertido. Eso sí, sentado en una silla de juego”, concluye Artacho.