Casi la mitad de las enfermeras ha pensado en abandonar su puesto por la pandemia
El organismo que representa a las 325.000 enfermeras de España insta a las administraciones a que se comprometan a regular normas específicas para salvaguardar la seguridad de los profesionales.
El Consejo General de Enfermería y la Asociación de Especialistas en Enfermería del Trabajo han hecho hincapié en las dificultades a las que se enfrentaron y continúan enfrentándose las 325.000 enfermeras de España y ha pedido al Gobierno central y a los autonómicos que aseguren la protección de las enfermeras regulando normas específicas para salvaguardar la seguridad de los profesionales.
La pandemia por COVID-19 ha visibilizado enormemente el trabajo de todos los sanitarios en general y de las enfermeras en particular. “La crisis que estamos viviendo ha puesto de manifiesto la necesidad de cuidar y respetar el capital humano que existe en nuestro sistema sanitario. Es fundamental que las instituciones pongan todas las medidas necesarias para proteger la salud y la seguridad de todos los profesionales en todos los estratos de la sanidad y deben hacerlo con normas de obligado cumplimiento”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente de esta institución.
Pinchazos accidentales con los que pueden contraer enfermedades graves con el VIH/Sida o la hepatitis B; manejo de medicamentos peligrosos que provocan cáncer o problemas en la reproducción humana; agresiones; carga excesiva de trabajo e incluso problemas de conciliación son los mayores riesgos laborales a los que se enfrentan las enfermeras. “La seguridad de los sanitarios es primordial para poder continuar ofreciendo cuidados de calidad a la población. Los equipos de protección, las tecnologías seguras y las prácticas adecuadas están disponibles y no son costosas, pero es poco probable que los empleadores las introduzcan universalmente a menos que estén obligados a hacerlo. Necesitamos normas contundentes que obliguen a proteger a los profesionales”, destaca José Luis Cobos, vicepresidente III del CGE.
Datos alarmantes
Además, el resultado de tantos y tantos meses de desgaste durante la pandemia ha tenido consecuencias muy graves para la salud metal de las enfermeras. Según la Radiografía de la situación profesional y emocional de la profesión enfermera, un tercio (33%) reconoce haber sufrido depresión, 6 de cada 10 confirman haber padecido insomnio (58,6%) y algo más de dos terceras partes ha tenido episodios graves de ansiedad (67,5%). Todo ello ha provocado que casi la mitad de las enfermeras (46%) haya pensado en abandonar su puesto.
Al respecto, el Consejo General de Enfermería puntualiza la importancia de cuidar y proteger a los profesionales de todo el país, “puesto que han sido y siguen siendo los encargados de sacarnos adelante de la peor crisis sanitaria de la historia. Ya no nos valen las palabras, queremos hechos y normas que nos protejan de verdad”, concluye Pérez Raya.