El Derecho de la Discapacidad como una nueva disciplina jurídica
Este podría ser el siguiente paso de la inclusión. Así lo ha pedido el presidente de CERMI Estatal, Luis Cayo Pérez Bueno.
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) apuesta por el Derecho de la Discapacidad como una nueva disciplina jurídica que dé soporte y oriente el cambio social que se está produciendo en las personas con discapacidad.
Así lo manifiesta el presidente de CERMI Estatal, Luis Cayo Pérez Bueno, en una entrevista para el número 92 de la revista Registradores de España, en la que afirma que «existen elementos que, desde la experiencia vital y social de la discapacidad, enriquecen, ensanchan y vivifican el Derecho».
De esta manera, afirma que desde el movimiento social de la discapacidad «estamos en un prometedor proceso de ver creada, configurada y asumida esta rama jurídica con identidad propia».
En relación al proyecto de Ley que está tramitando el Congreso de los Diputados por el que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica, el presidente del CERMI asegura que «nos sitúa en una senda que no debemos abandonar en los próximos años». Esto supondrá la adecuación del ordenamiento jurídico español a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, «una revolución jurídica de gran calado en la vida de mucha gente, con y sin discapacidad».
En la entrevista también se destaca el avance en la mejora de los derechos de las personas con discapacidad de los últimos 25 años. En este sentido, Pérez Bueno asegura que durante este tiempo «se ha desatado una espiral de cambio, de transformación radical, dirigida por las propias personas con discapacidad, que pasa por su empoderamiento, personal y grupal, por su toma de conciencia de seres valiosos, dignos y con plenitud de derechos, de rechazo a cualquier discriminación y de exigencia de apoyos para colocarse en una situación de partida que borre las desigualdades y desventajas».
Sin embargo, asevera que «el enfoque de derechos humanos debe ser el único admisible respecto de las personas con discapacidad» para conseguir la igualdad de derechos y su autonomía.