La Mare: “Hay mucha sororidad entre las mujeres con discapacidad intelectual”
Con motivo del Día de la Mujer, Vidas Insuperables se hace eco de la entrevista concedida por la cantautora gaditana a Plena Inclusión Madrid. Junto a María Ruiz y mujeres con discapacidad intelectual, La Mare ha cantado por la igualdad en el videoclip “¡Vivas!”.
Mar Muñoz, más conocida como La Mare, es una cantautora gaditana afincada en Madrid que ha colaborado durante el último semestre con el Observatorio de la Mujer de Plena Inclusión Madrid para convertir la Oda de Mujeres con la que reivindicaban sus derechos el pasado 8 de marzo de 2018, en un tema musical con videoclip incluido, que tiene como finalidad lanzar un mensaje de igualdad en boca de un colectivo, el de la mujer con discapacidad intelectual, que lucha por hacerse visible en la sociedad.
¿Quién es La Mare?
Tiendo a presentarme como una cantautora poco convencional porque a pesar de que me encanta – y seguiré haciendo siempre- el formato a guitarra y voz, me encanta tocar con banda. Me gustan mucho las músicas del mundo y poner a la gente a bailar cuando tocamos en directo. Entonces tengo esas dos vertientes. Por otro lado, soy educadora social y me gusta seguir trabajando con la música en cosas como este proyecto con Plena Inclusión Madrid.
En alguna ocasión has dicho que la música te permitía hacer acción social. ¿Qué realidad has podido conocer de las mujeres con discapacidad intelectual durante este proyecto?
Por mi experiencia profesional, no era la primera vez que trabajaba con este colectivo. Trabajar con personas con diversidad funcional es una de las cosas más bonitas que he hecho porque son super agradecidas; son todo cariño y entrega. Me ha sorprendido verlas tan resueltas en un estudio de grabación, con su parte aprendida; verlas tan entregadas en el rodaje del videoclip… Este proyecto me ha permitido reafirmarme en convicciones que tenía de una realidad que ya conocía, y es que es un gustazo trabajar con ellas porque siempre lo dan todo.
¿Dirías que la realidad de la mujer con discapacidad es muy diferente a la del resto de las mujeres?
Si. Es verdad que cuando no eres tú la dueña de tu vida, de todas tus decisiones y todos tus actos vives una realidad diferente. Creo que, nos guste más o menos, se las mira con ojos diferentes con los que se mira a personas sin discapacidad. Esto es muy importante porque no es sólo cómo tú te auto percibas, sino que cómo la gente nos trata y se relaciona con nosotras cambia nuestras realidades. Ahora, que sean diferentes no quita ni que sean mejores ni peores, pero sí que las convierte en realidades diferentes.
¿Crees que las mujeres con discapacidad intelectual tienen conciencia feminista?
Hay mucha diversidad. Hay mujeres del colectivo que están muy implicadas, que tienen mensajes muy fuertes y muy potentes, y otras menos. Algunas por ser más mayores y estar con la cabeza en otra cosa, pero en general lo que veo es mucha red entre ellas, muchos lazos fuertes de mujeres, y con conciencia de que esos lazos existen. Hay mucha sororidad entre ellas.
¿Cómo llegas a Plena Inclusión Madrid?
Nos contactaron para ir a cerrar un Encuentro de mujer y discapacidad intelectual en junio de 2018 y nos presentaron la Oda que habían escrito, para ver si se nos ocurría hacer algo. Allí pusimos ritmo al estribillo y el encuentro fue maravilloso, todas cantando y bailando en el escenario. De esa energía salió la idea de convertir la Oda en un tema musical que hemos podido convertir en realidad.
¿Cómo ha sido el proceso de creación?
Una vez conocimos la letra y nos reunimos con las mujeres del Observatorio, vimos de qué forma encajar la música y la letra. Entre todas hemos decidido quitar alguna frase, cambiando el orden para mejorar la rima y la métrica y bueno, aunque el puzzle final ha sido mío y de María, el trabajo ha sido de todas, y lo mejor han sido los ensayos, ¡divertidísimos!
Ha sido un proyecto en el que no has estado sola, pues ha contado también con la participación de María Ruiz, también cantautora con quien participas además en un proyecto llamado Arte Muhé. ¿Qué objetivo tiene este proyecto?
Arte Muhé es un colectivo feminista formado por 22 mujeres artistas de diferentes disciplinas: cantautoras, poetas, cirqueras, artistas plásticas, batuqueras, percusionistas y una beatboxer. además de una técnica de sonido entre las últimas incorporaciones. Entre nuestros objetivos principales está hacer visible el arte de las mujeres en los escenarios de este país y acercar la pedagogía del feminismo a través de las artes escénicas a cualquier perfil de público.
Pero sobre todo tenemos muy presente la necesidad de que nuestro mensaje llegue a contextos desfavorecidos con presencia de mujeres en riesgo de exclusión social principalmente. Es por eso que nuestro proyecto ha permanecido muy cerca de las cárceles con presencia de mujeres; en estos dos años de vida del colectivo hemos visitado cárceles en Madrid, Estremera, Picassent o Albolote, además de haber llevado a cabo pequeños proyectos de empoderamiento con ellas de la mano de otras entidades, tanto en el centro penitenciario como fuera de él.
¿Lanza este tema un mensaje universal o es específico de este colectivo?
Es universal. Es una letra que puede leer y que puede llegar a cualquier persona. Hay una frase que me marca mucho que es “Un mar de mujeres que movemos olas/ somos capaces de hacer cualquier cosa/ de diferente manera cada una”. Ahí, aunque eso es aplicable a cualquiera, cuando lo escuchas de su boca suena diferente, porque te están mirando a la cara y te están diciendo: Somos capaces de hacer lo que nos dé la gana.
¿Qué esperáis?
¡Que dé la vuelta al mundo! que se vea y se escuche muchísimo. Que se vea lo que hacen y lo bonito que lo hacen. Para que este mensaje llegue y que ellas estén orgullosas y se vean ahí siempre.
¿Qué ha tenido de diferente este proyecto de otros?
Nunca había hecho una canción de esta manera, ni un videoclip de forma tan colectiva. No sé si es eso lo diferente, pero sí que es uno de los proyectos más bonitos que he hecho en la vida. Ha sido una experiencia preciosa cada día, cómo hemos compartido y convivido en todo el proceso con ellas, y verles la cara… creo que lo han disfrutado mucho también saliendo de su rutina, entrando en un estudio de grabación, rodando en la calle… Creo que lo que más diferencia a este proyecto de otros es la humanidad que desprende por la humanidad con la que se ha hecho.