“Lo que siento cuando esquío no se puede comparar con nada”
Tenacidad y constancia son los valores que han llevado a Audrey Pascual a proclamarse Campeona de España y de Europa en Esquí Alpino Adaptado a sus 15 años. Aunque el esquí no le gustó desde el principio, Audrey no estaba dispuesta a rendirse tan fácilmente.
Rendirse no estaba en los planes de Audrey cuando empezó a practicar Esquí. Ella quería sentirse libre y bajar las pistas a toda velocidad, pero para poder hacerlo tuvo que ser constante y avanzar poco a poco. Cinco años después, gracias esta constancia y su gran talento, se ha convertido en Campeona de España y Europa en Esquí Alpino Adaptado, entre otros grandes logros.
Audrey nació con agenesia bilateral de tibias. Tras seis operaciones le pusieron unas prótesis femorales que le permiten andar. Para la joven esquiadora no existen barreras, y aunque por ejemplo no pueda saltar, se lanza a todos los retos que se le ponen por delante.
Desde pequeña ha practicado deporte y no se ha cansado de probar diferentes modalidades. Empezó nadando por recomendación médica, y después se animó con la hípica, la bici y el esquí. Hace menos de un mes participó en el Mundial de Surf Adaptado en La Jolla, California, consiguiendo un cuarto puesto en su categoría.
“Practico natación dos días por semana desde pequeña porque me lo recomendaba el médico. Luego probé hípica. Iba con mi prima y, aunque me gustaba, quise seguir buscando otros deportes. Probé el esquí y al principio no me gustó nada. Luego fui a un campamento de la Fundación También y probé con la bici, empecé a hacer amigos y me encantó, pero no quería rendirme con el esquí así que seguí intentándolo”, explica Audrey.
Quiso empezar en el esquí porque una de sus primas lo practicaba desde pequeña y quería tener las mismas sensaciones que ella. Su primer día no fue como esperaba, quería sentirse libre y en realidad se sentía muy protegida. Aunque aquello no tenía nada que ver con lo que hacía su prima, no quiso rendirse y siguió practicándolo.
“Cuando llegó a casa el primer día tenía la cara rara, le preguntábamos si iba a querer volver y nos decía que sí pero le preguntábamos si le había gustado y no sabía que respondernos. Los primeros días, lógicamente, tienen mucho cuidado con los niños. Ella no tenía esa sensación deportiva con todo ese cuidado, pero claro, no es un deporte cualquiera. Le gusta probar bien las cosas, le da bastantes oportunidades hasta que descubre si realmente quiere seguir o no”, comenta Laura, su madre.
Siguió practicando esquí gracias a la Fundación También y al poco tiempo se dieron cuenta de que Audrey tenía mucho talento. “Nosotros al principio no teníamos ni idea de si estaba avanzando o no, desconocíamos esta modalidad de esquí hasta que empezó a practicarlo. Pero nos pedían que siguiese yendo porque resulta que se le daba fenomenal”.
Para llegar tan lejos como ha llegado, Audrey tiene que esforzarse mucho y compaginar sus clases con los entrenamientos. Por eso, desde que ganó el primer Campeonato de España pidió la condición de deportista de alto rendimiento y ahora va una semana a esquiar y otra semana al colegio.
“La semana que voy a esquiar me tengo que llevar todos los libros, porque por la tarde tengo que pedir lo que han hecho en ese día para ir avanzando. Tampoco tengo mucho tiempo, porque además de esquiar vamos al gimnasio, pero como suelo volver el viernes aprovecho el fin de semana para ponerme al día”.
Audrey apunta que está muy agradecida a la Fundación También por todas las facilidades que le han ofrecido para practicar tanto handbike como esquí. “Sin ellos no habría podido practicar estos deportes y no habría sido campeona de Europa. Además, sin mi entrenador no lo habría conseguido”.
Practica handbike como complemento para su formación física y forma parte del equipo de la Fundación Repsol – Fundación También desde noviembre 2015. Practica este deporte con una handbike cedida por la Fundación También y participa en carreras populares en Madrid.
En enero de 2015 empezó con el esquí alpino adaptado gracias a la Fundación También y en 2016 entró a formar parte del equipo de competición de esquí y snowboard adaptado de la Fundación También. Practica este deporte con material y monoski cedido por la Fundación.
Gracias a las facilidades que le ha ofrecido la Fundación También ahora los sueños de Audrey no son los de cualquier adolescente a sus 15 años. Ahora, ella sueña con alcanzar pódium en la Copa del Mundo el año que viene, y con llegar preparada a las próximas Paralimpiadas de invierno.
A su corta edad, Audrey ha encontrado un deporte que le hace sentir especial y en el que además es muy buena. Por eso quiere animar a la gente a buscar una afición que les haga sentir igual de bien que se siente ella cuando se desliza por la nieve.
“La gente que no se atreve a empezar en alguna actividad tiene que intentarlo. Por probar no se pierde nada y no deben desistir en el primer intento. A mí no me gustó nada el esquí el primer día y mira ahora. Y si después de haberlo intentado no les gusta, que sigan probando cosas nuevas”.