“Los pacientes de migraña deben aprender a identificar y evitar los desencadenantes de las crisis, como alimentos, olores fuertes o la falta de sueño”
El doctor Julio Maset, médico de Cinfa, pone en valor diversos consejos para intentar mantener la migraña bajo control. Se trata de la patología neurológica más prevalente en nuestro país y la primera causa de discapacidad en menores de 50 años, según la SEN.
Más de 5 millones de adultos padecen migraña, “una patología neurológica muy discapacitante, con una alta prevalencia, con un gran impacto en la vida de los pacientes y que, a pesar de ello, es todavía una enfermedad infradiagnosticada e insuficientemente tratada y reconocida”, según la doctora Sonia Santos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Como datos más relevantes, destacan que el 75% de los pacientes con migraña tarda más de 2 años en obtener un diagnóstico de esta patología neurológica, la más prevalente en nuestro país; el 80% de las personas que padecen esta enfermedad en España son mujeres; y la migraña es la primera causa de discapacidad en menores de 50 años.
Como apunta el doctor Julio Maset, médico de Cinfa, “la migraña es un tipo de cefalea de gran intensidad, aguda y recurrente, más frecuente entre las mujeres. Muchas veces, duele solo un lado de la cabeza y se presenta acompañada de náuseas, vómitos o sensibilidad a los ruidos y a la luz. Aunque no es una enfermedad grave, sí es capaz de dejarnos fuera de juego durante unas horas o, incluso, varios días”.
De hecho, la migraña es uno de los motivos más frecuentes de absentismo laboral. “Aunque no se conoce la causa exacta, se piensa que quienes padecen este problema tienen un cerebro especialmente reactivo. Sus neuronas, hiperactivas y muy sensibles, envían impulsos a los vasos sanguíneos, lo que provoca su estrechamiento y posterior dilatación. Estos cambios, que afectan también a los tejidos que rodean a los vasos sanguíneos, liberan sustancias que generan dolor”, explica el experto de Cinfa.
En este sentido, es importante distinguir entre una migraña y una cefalea o dolor de cabeza común, ya que en ocasiones se confunden. “Quien ha sufrido una migraña sabe perfectamente lo que es y lo dolorosa e incapacitante que puede resultar”, indica el doctor Maset, quien detalla los signos y síntomas que permiten identificarla con claridad. “Habitualmente, la migraña empieza con los pródromos, que son signos ‘premonitorios’ que ocurren hasta 24 horas antes de la migraña, como cambios de humor, bostezos, etc. Esto ocurre en un 60% de los pacientes, aproximadamente. Posteriormente, uno de cada cinco pacientes presenta la llamada ‘aura’, que puede consistir en náuseas, hormigueos o cambios en la percepción visual. Luego aparece el dolor de cabeza como tal, que puede durar horas e incluso días y, finalmente, una fase de agotamiento y debilidad tras cesar el dolor”.
Los desencadenantes
Numerosas sustancias y circunstancias pueden desencadenar las crisis de migraña. Por ejemplo, el alcohol, el tabaco, los cambios en los niveles hormonales que provocan el ciclo menstrual o los anticonceptivos orales, los olores fuertes, los cambios meteorológicos o de altitud bruscos, la falta de sueño, el ejercicio físico o el estrés.
Maset añade que también son posibles desencadenantes algunos alimentos como el chocolate, los lácteos y los cacahuetes, al igual que edulcorantes como la sacarosa, sustancias como la tiramina -presente en el vino rojo, el queso curado o el pescado ahumado, entre otros-, los nitratos de carnes como el tocino y el salami y el glutamato monosódico (GMS), un aditivo presente, por ejemplo, en la comida china y en algunos snacks salados. “No se trata de evitar todos estos alimentos, pero sí es recomendable que el propio paciente identifique cuáles le provocan un episodio de migraña y los retire”, explica el doctor.
“No hay que resignarse al dolor”
Aunque no existe cura específica, este tipo de cefalea sí se puede tratar y controlar. “Y cuanto antes se haga, mejor: el paciente de migraña no debe resignarse a convivir con un dolor que, a menudo, paraliza su vida diaria, sino acudir a su médico para que le indique el mejor tratamiento para su caso”.
Una parte del tratamiento está dirigido a mitigar los síntomas mediante analgésicos y/o antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno, triptanes y otros fármacos, que siempre deben ser valorados y prescritos por el médico para evitar los efectos adversos que puede provocar su uso continuado y no controlado.
“Pero el otro pilar del tratamiento lo constituye la prevención de los episodios de dolor agudo, tanto con fármacos como aprendiendo a identificar y a evitar los estímulos que los provocan. Por ello, es muy importante que la persona con migrañas frecuentes preste atención a las circunstancias en las que se desencadenan sus crisis para procurar evitarlas, en la medida de lo posible”, señala el médico de Cinfa.
Consejos preventivos
Al respecto, Julio Maset resumen varios consejos ante la migraña: acudir al médico siempre que sea necesario; aprender a reconocer los desencadenantes de las crisis; elaborar un calendario o diario de cefaleas; cuidar la que se come; mantener horarios regulares de sueño; “plantarle cara al estrés”; aislarse en un lugar tranquilo; respirar de forma relajada; y seguir la prescripción médica.