Un museo donde no importa lo que ves
Vidas Insuperables recorre, coincidiendo con el Día Mundial de los Museos, que se celebra mañana, el Museo Tiflológico de la ONCE, una experiencia única que permite tener el mundo en tus manos y ponerte en la piel de las personas invidentes.
Suponemos que sólo para la imaginación de un visionario como Julio Verne podría haber estado a la altura pensar en ‘dar la vuelta al mundo’ en un par de horas y tocar y observar perspectivas inimaginables para cualquier turista.
Ese anhelo está muy cerca de todos los madrileños y al alcance de cualquier ciudadano cuando pase a visitar la capital de España. Es el Museo Tiflológico de la ONCE, que Vidas Insuperables ha recorrido, coincidiendo con el Día Mundial de los Museos, que se celebra mañana.
El itinerario por este espacio cultural, inaugurado en 1992, se convierte en una aventura fascinante y una experiencia única, probablemente hasta inesperada cuando accedes a sus estancias, en la madrileña calle de La Coruña, 18.
La amabilidad de los trabajadores del Museo hace presagiar una visita enriquecedora, que suele estar salpicada de familias al completo y alumnos de colegios de cualquier que llegan desde cualquier rincón para contemplar una iniciativa didáctica de primer orden.
La primera de las salas de este espacio, concebido para que sus visitantes puedan ver y tocar las piezas expuestas, es impactante. El mundo queda en tus manos en una colección de maquetas con reproducciones perfectas de todas las maravillas del mundo, como La Alhambra, las Cuevas de Altamira, Mausoleo del Taj Mahal, el Kremlin, la Torre Eiffel, la Puerta de Brandeburgo, el Coliseo romano, el Partenón o Santa Sofía. cuya sonorización, realizada por el artista Antonio Chávez, se encuentra de estreno.
Para degustar de verdad las maquetas, hay que cerrar los ojos y descubrir los monumentos de una forma sensorial completamente distinta para las personas videntes, con las manos y el oído.
Una experiencia completamente distinta de sensibilización que te pone en la piel de las personas invidentes y cuyas maquetas permiten paladear unas perspectivas globales de los monumentos que son inaccesibles para cualquier turista que visite físicamente estos enclaves.
Historia del braille
El Museo, al que hace realmente original y único el hecho de ser un espacio que nace por decisión de sus usuarios y diseñado por estos a la medida de sus necesidades, también se adentra en la sala de material tiflológico, donde se encuentra una muestra de los distintos sistemas de escritura, anteriores o contemporáneos al braille, la mecanización de este sistema y su aplicación a los distintos campos de la enseñanza (lectoescritura, matemáticas, música) y de las artes industriales (máquinas para la impresión, mecanografía, taquigrafía o calculadoras). Un paseo por el tiempo maravilloso para los que nos apasiona la comunicación.
Otra joya del Museo es la sala de artistas ciegos y discapacidad visual grave, que cumple la labor de promoción y difusión de las obras realizadas por estos creadores, a través de una exposición permanente de obras de distintos autores, con diferentes especialidades artísticas, que el visitante puede contemplar en las dos salas dedicadas a este fin.
Una función parecida se lleva a cabo en la sala de libros, donde se expone una muestra significativa de libros en braille y en otros sistemas de escritura que se usaron en España. Se trata, en su mayoría, de libros escolares aunque no faltan ejemplares de las bibliotecas fundadas por distintas asociaciones, prociegos o de ciegos, anteriores a la Guerra Civil Española, de temática diversa.
Y, por supuesto, nadie se puede ir del Museo sin hacer una parada obligatoria en la sala de la Historia del Cupón de la ONCE, donde se pueden conocer ‘boletos’ que datan desde 1938 y cuya venta es la principal fuente de financiación, sin cuya existencia no se entendería la evolución de la discapacidad en España.
En resumen, el Museo Tiflológico de la ONCE es una propuesta cultural y de ocio más que recomendable para cualquier persona o familia, una iniciativa lúdica atractiva e inclusiva y una aventura para todos los sentidos.