30 millones de personas en 30 años de cooperación farmacéutica
Es la cifra de personas que Farmamundi ha ayudado a salir adelante en sus tres décadas de vida. Esta organización no gubernamental dedicada a la cooperación al desarrollo en materia de salud y farmacéutica ha desarrollado más de 600 proyectos en 70 países, siendo la primera organización no lucrativa en España especializada en suministro y ayuda farmacéutica.
“Cada misión tiene un elemento en común: el acceso a los medicamentos. Porque la salud es un derecho que todos debemos tener. Aunque si no tiene una vivienda, agua o una vida sin violencia, de nada le sirve tener acceso al medicamento”. Esta afirmación de Sara Valverde, presidenta de Farmamundi, es parte de la esencia de esta organización sin ánimo de lucro dedicada a la cooperación al desarrollo, acción humanitaria, emergencias y de educación para la transformación social y que ha cumplido 30 años en activo.
Tres décadas en las que han ayudado a más de 30 millones de personas, una cifra insuperable y que es fruto de un ingrediente diferencial frente a otras organizaciones: la ayuda al más necesitado en aquellos lugares que, mediáticamente, son invisibles. Aunque también trabajan en las grandes tragedias y catástrofes, reconocen que su principal inversión económica se centra en áreas locales con necesidades extremas.
“Ucrania nos ha supuesto un gran reto porque hemos ayudado a atender a más de 15 millones de refugiados y porque está siendo una crisis muy larga. Pero a nosotros nos llega más al corazón aquellas crisis en las que hay poca financiación y que a nivel mediático no son conocidas”, añade Valverde.
De España a todo el mundo
En estos 30 años Farmamundi ha desarrollado más de 600 proyectos de cooperación para mejorar la salud de las personas en 70 países, o lo que es lo mismo, 2.700 toneladas de medicamentos y material sanitario suministrado con las normas de calidad exigidas por las autoridades sanitarias europeas y españolas. Porque, aunque parezca sorprendente, hay muchos países en los que la medicación no cumple con los protocolos de seguridad.
Prueba de su concienciación por este control les ha llevado a que la Unión Europea les nombre centro de distribución humanitaria de medicamentos y material sanitario desde hace 10 años, “porque no queremos solo suministrar, sino que todo el proceso esté controlado para evitar que los medicamentos acaben en el mercado negro”, matiza la presidenta de Farmamundi.
Todo este desarrollo no hubiera sido posible sin el apoyo del Consejo General de Colegios Oficiales Farmacéuticos, las más de 6.400 farmacias asociadas y donantes que, junto a las instituciones públicas, han permitido seguir ampliando los proyectos en los países más inexplorados del mundo y que necesitan la ayuda de profesionales sanitarios para erradicar enfermedades como la malaria que ya son historia en las sociedades más desarrolladas.
El peligro que va más allá del miedo
Como avanza Sara Valverde, hay territorios en los que la ayuda se basa en dotar de herramientas no solo sanitarias, sino también básicas, porque se encuentran en situaciones de subdesarrollo muy profundo, pero hay otros en los que el factor bélico les obliga también a asistir a la población aún con riesgo.
“Las cosas siempre empiezan por algún hecho y comenzamos a trabajar en el país con asociaciones locales. Y aunque son situaciones de crisis local suelen ser proyectos a largo plazo de cooperación humanitaria. Porque lo importante es darles las herramientas para que cuando te vayas puedan seguir trabajando y desarrollándose”, añade.
Sin embargo en otras ocasiones, aún con la ayuda de las entidades locales, la situación no ha sido tan fácil y han visto sus vidas en peligro. “Hay países en conflicto que son complicados como República Democrática del Congo, donde las personas del equipo que se encontraban en el país estuvieron varias semanas encerrados en la sede, aun habiendo planes de evacuación”, demostrando que la vocación de ayuda va más allá del miedo y del peligro.
La salud mental, una de las prioridades
Para conseguir que Farmamundi siga creciendo tras treinta años de vida, una de las prioridades del equipo es proteger la salud mental de sus voluntarios y colaboradores para que todos los que forman parte de esta gran familia puedan seguir desarrollando sus actividades aunque la mayoría de las veces les lleguen tan dentro que se llevan las preocupaciones a casa.
“En tu día a día tienes que ser una persona muy fuerte y especial. En Farmamundi trabaja gente con una gran capacidad de trabajo y de poner el alma en ello y que hace que no sea fácil porque hay cosas que te llevas a casa. Por eso estamos implementando la salud mental en el equipo y en aquellas personas a las que ayudamos”, expresa Valverde.
Esta situación está cada día más asimilada en la sociedad española y europea y es importante que, junto a otros programas sanitarios, se implanten en el resto del mundo para conseguir una sociedad más libre y sana.
“Nuestros sistemas sanitarios, aún con sus fallos, cubre la sanidad. Pero en otros sitios no existe este modelo. Hay que ejercer el derecho a la salud y el acceso a los medicamentos para que todo el mundo tenga lo deseable como nosotros y que niños dejen de morir por enfermedades respiratorias como la malaria”, concluye la presidenta de Farmamundi.