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Nacho Guerreros, ‘Coque’: “sufrir Acoso Escolar Afianzó Mi Deseo De Ser Actor”
Fuente: Nacho Acaso.

Nacho Guerreros, ‘Coque’: “sufrir acoso escolar afianzó mi deseo de ser actor”

El gran público televisivo le conoce como “Coque”, uno de los personajes imprescindibles de “La que se avecina”. La serie lleva once años en emisión y actualmente se puede ver en antena cada día. Pero Nacho Guerreros es mucho más que eso, ha escrito el libro “Yo también sufrí ‘bullying’ y ha trabajado con personas con gran discapacidad. Su historia demuestra que es un claro ejemplo de superación, sacrificio y esfuerzo. Se lo contamos en Vidas Insuperables.

Más allá de “La que se avecina”, Nacho, aficionado a las series y a la lectura, se considera una persona bastante familiar y a la que le gusta tener siempre objetivos que alcanzar. Hasta ahora ha tenido la suerte de trabajar en un proyecto que parece destinado a la perpetuidad, lo que asegura que le hace estar encantado y feliz.

En un día normal, el actor acude a trabajar a la serie, hace deporte y se queda en casa disfrutando de sus aficiones. Se considera una persona muy activa y por eso comenzó a hacer deporte a los 30 años. “No había practicado deporte en mi vida y ha sido una de las mejores cosas que he hecho, porque ahí también te pones retos. Si no la vida es muy aburrida y aquí estamos cuatro días. Pasa todo muy rápido, hay que aprovechar el tiempo al máximo”.

Llegar a la televisión no fue fácil pero soñaba desde pequeño con ser actor. “Primero quería ser presentador, después cantante y cuando tuve unos trece años o así decidí que lo que quería era ser actor. Naces con ello”. Lo de Nacho fue vocación desde el principio y siempre tuvo claro dónde quería llegar y qué quería ser, lo que le ayudó a superar algunos obstáculos que encontró en su vida.

“Me recuerdo jugando a hacer televisión”

Fuente: Marcos Pergón.

Tenía la vocación, pero ser actor es más complicado de lo que puede parecer en un principio. “Tenía muy idealizada esta profesión, creí que me darían un protagonista de un día para otro, pero sin duda no es para nada así. Eso no pasa nunca. Te lo tienes que currar, y mucho”.

Antes de dedicarse a lo que realmente le gustaba, tuvo que trabajar en diferentes ámbitos para pagar sus estudios de arte dramático. Durante seis años trabajó con personas con discapacidad, en un bar de noche otros dos años, en la construcción de decorados, e incluso tuvo su propia empresa de moda y decoración durante cinco años. Llegó a Madrid, se puso a trabajar, y desde entonces nunca ha parado.

A pesar de que estuvo a punto de rendirse, al final logró cumplir sus sueños. “Mis padres me ayudaban mucho pero para conseguir ser lo que soy tuve que buscarme la vida. Pensé mucho en tirar la toalla e incluso la tiré, pero siempre la acabas recogiendo. Siempre hay algo que te dice que has venido aquí para algo y te lo repites sin parar”.

Sin embargo, Nacho no tiene límites y cuando alcanza un objetivo se propone uno nuevo que  conseguir. Por eso, además de ser actor en televisión, se ha implicado con un proyecto teatral que ha producido él mismo. A día de hoy continúa de gira por diferentes ciudades con la obra “Juguetes Rotos”, aplaudida por la crítica y el público.

Trabajar con personas con discapacidad

A sus 47 años recuerda con nostalgia y optimismo cómo durante su veintena y a lo largo de seis años, trabajó con personas con gran discapacidad. “Han pasado muchos años y es algo que no voy a olvidar. Trabajar con personas que no pueden caminar o coger un vaso de agua, te obliga a pensar que tú te quejas de vicio”.

Guarda buenos recuerdos de aquellos años y de aquel trabajo, y a día de hoy aún mantiene relación con una de las familias a través de las redes sociales. Compartió con ellos su día a día y les ayudaba en sus tareas cotidianas. Ahora, años después, sigue compartiendo con ellos felicitaciones navideñas.

A los trece años sufrió bullying

Fuente: Marcos Pergón.

Antes de llegar a trabajar a Madrid, atravesó una etapa de su vida que él mismo define como ‘un calvario’. Tras acabar la EGB se matriculó en una FP de delineación y fue entonces cuando comenzaron los problemas. Allí conoció a sus acosadores.

Desde el primer día tuvo la percepción de que la clase en general era muy diferente a la que había tenido en el colegio. “Éramos muy distintos, pero había dos chicos en concreto a los que yo no les gustaba nada. Había salido del colegio donde yo era un niño feliz con mis amigos, y acabé en un sitio donde no me querían”.

“Se encargaron de hacerme la vida imposible, se percibía simplemente con las miradas. A esto se le suman después la indiferencia, las collejas, los insultos, que te marginen, etc. Entonces tú mismo te apartas porque quieres desaparecer”.

Asegura que no sabría reconocer la primera vez que comenzó todo, porque se dio cuenta de que sufría bullying cuando ya había empezado. “El bullying es algo que permanece en el tiempo, no es una bofetada o que te desaparezca algo. Yo no recuerdo cuál fue la primera vez, qué fue lo que desencadenó esto, pero estaba ahí”.

Todos a una

Este acoso afianzó su objetivo de ser actor mucho más. “Lo que no quería era repetir el calvario que viví durante ese año, quería desaparecer de allí como fuera”. Tener un objetivo claro y saber lo que quería ser en la vida, le ayudó a desprenderse de los malos recuerdos y perseguir sus metas.

Con el tiempo descubrió que no había estado solo y que había mucha gente en el mundo que había pasado por lo mismo que él. A día de hoy recomienda a los niños que sufren acoso escolar que lo denuncien, que se lo cuenten a sus familias o amigos, a quienes quieran, pero que lo cuenten desde el primer momento para que no vaya a más.

Nacho es consciente de que además ahora existe el doble problema por las redes sociales. El acoso ya no se queda solo en el aula, “y el resto de la clase son cómplices, pero prefieren ser cómplices a víctimas. La gente tiene miedo, prefieren no meterse en problemas”.

Sin embargo, quien más le preocupa es la víctima. “Al final es la víctima quien se ve obligada a cambiar de centro, no el acosador. Es quien tiene más problemas porque es la rechazada y la marginada”.

“El niño no es el centro de la familia, es parte de ella”

Nacho explica que el 24% (casi uno de cada cuatro) de los estudiantes que acuden al colegio sufren este acoso, y reconoce que acabar con el bullying es demasiado difícil. Según él, la educación está fallando, principalmente en los hogares y las familias. “Hemos convertido al niño en el centro de la familia, lo estamos sobreprotegiendo de una forma escandalosa y se le deben poner unos límites”.

“Normalmente los padres del acosador se niegan a verlo. En casa tenemos unos hijos estupendos, pero fuera de casa no vemos lo que hacen, y a veces son personas completamente distintas. Tienen que intervenir, tiene que asegurarse de que lo que dicen es verdad, pero no pueden ponerse a favor del niño caiga quien caiga. Muchos no reconocen la gravedad de los hechos, y ese es el gran problema”.

Años después de sufrir acoso, ha escrito el libro “Yo también sufrí bullying”, en el que cuenta su experiencia. Sin embargo, antes de escribir el libro, no le había dicho a nadie que había pasado por algo así. Solo lo sabían quienes estuvieron con él en aquella clase.

“Afortunadamente, gracias a mi visibilidad he podido escribir el libro y llegar a mucha gente, y cada día es más visible este problema y mucha más gente está luchando contra ello. Escribí el libro porque pensé que mi testimonio podría ayudar tanto a la víctima como al acosador. Si por lo menos ha servido para que un acosador deje a un lado su comportamiento, la coautora del libro Sara Brun y yo, nos sentiremos satisfechos por nuestro trabajo”.

La publicación del libro ha contado con la colaboración de diferentes fundaciones, como la Fundación ANAR, AMACAE (Asociación Madrileña Contra el Acoso Escolar), KAMIRA (Cooperativa de Iniciativa Social de Navarra) y Levántate contra el bullying.

A pesar de que el libro no es la solución al problema, los datos y las experiencias que aporta pueden ser un buen punto de partida para implicar al lector en la lucha contra el ‘bullying’.

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