“Padecer vista cansada no implica renunciar a ver bien de cerca o perder calidad de vida”
El doctor Julio Maset, médico de Cinfa, aporta algunas claves para cuidar la presbicia, que se desarrolla como resultado del envejecimiento del cristalino, que es la lente natural del ojo.
La presbicia o vista cansada es un problema muy común entre la población a partir de los 40 años y, además, su incidencia aumenta con la edad. Tal como lo define la Sociedad Española de Oftalmología, se trata de una pérdida de la capacidad de enfocar objetos cercanos y se desarrolla como resultado del envejecimiento del cristalino, que es la lente natural del ojo.
El doctor Julio Maset, médico de Cinfa, comenta que “a partir de los 45 años, alrededor de la mitad de las personas presentan presbicia. Sin embargo, la aparición de este problema visual no equivale a renunciar a ver bien de cerca o a perder calidad de vida. Debemos estar atentos a los síntomas que manifiesta para tratarlo de forma que nuestra vida diaria no se altere o lo haga mínimamente”.
Según este especialista, estos signos suelen aparecer a partir de los 40 años, que es cuando, debido al envejecimiento natural, se activa el proceso degenerativo del ojo y el cristalino empieza a ser menos flexible.
Las señales más habituales son dificultad para distinguir letras pequeñas, necesidad de alejar el texto que estamos leyendo, sensación de que las letras se ven borrosas o se mueven como si bailasen, dolor de cabeza y fatiga visual al terminar la jornada.
Como explica este experto de Cinfa, “la dificultad para enfocar de cerca puede convertirse en una verdadera limitación cotidiana si no se aborda: podemos tener problemas para leer desde el prospecto de un medicamento al ticket de la compra o, más aún por la falta de contraste, los mensajes del móvil o los chats de whatsapp”.
No hay prevención
Al contrario de lo que se piensa, según el doctor Maset, la presbicia no se puede prevenir, ya que es un proceso natural asociado al envejecimiento del organismo. “La creencia de que se puede frenar el avance de los síntomas retrasando el momento de empezar a utilizar gafas es un falso mito, pues su uso no altera el proceso natural de envejecimiento del cristalino. Sin la corrección adecuada, lo único que conseguimos es tener un menor confort visual y dificultades para realizar muchas tareas diarias”.
Una vez aparece el problema de la vista cansada, las soluciones son muy diversas: desde corrección óptica con gafas o lentes de contacto a cirugías para implantar lentes o moldear la forma de la córnea.
Algunos consejos
“Si recibimos a tiempo el tratamiento adecuado, conseguiremos mantener la calidad de visión. Por este motivo, es fundamental revisarse periódicamente la vista partir de los 40 años, especialmente si se dedican largas jornadas a leer o a trabajar en el ordenador, ya que ello puede contribuir a un desarrollo más temprano de la presbicia”, concluye Julio Maset, quien ha elaborado una serie de consejos sobre la vista cansada.